Este 3 de noviembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Martín de Porres, santo peruano que fue canonizado el 6 de mayo de 1962 en el Vaticano, hace poco más de 60 años.
¿Qué milagros hizo en vida San Martín de Porres?
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San Martín de Porres, que falleció el 3 de noviembre de 1639 besando la cruz de Cristo, hizo numerosos milagros en vida, pero nunca se los atribuyó.
Se dice que curó a muchas personas, tenía el don de la bilocación o ubicuidad; que quiere decir que estaba en dos lugares al mismo tiempo.
Algunos testimonios señalan que cuando se bilocaba y estaba en lugares lejanos al Perú, donde vivía en el convento dominico, curaba y acompañaba enfermos.
Lo vieron en África y Japón, adonde quería ir para ser misionero.
El escritor peruano Ricardo Palma relata en sus "Tradiciones peruanas" que San Martín logró que comieran "en un plato perro, pericote (ratón) y gato".
De acuerdo al historiador peruano Rafael Sánchez-Concha, San Martín podía profetizar el futuro en algunos casos y cuando moría un fraile en el convento de Santo Domingo podía intuir si estaba en el purgatorio y pedía rezar por él.
Si intuía que estaba en el cielo, alentaba a imitarlo.
El historiador dijo también en Willax TV que San Martín podía levitar o elevarse sin ningún tipo de ayuda, hasta 3 metros, algo de lo que dieron fe diversos testigos.
¿Qué hizo San Martín de Porres para ser santo?
En su homilía de la Misa de canonización, el Papa San Juan XXIII explicó que, ya siendo dominico, San Martín "se encendió en amor a Cristo crucificado, y al contemplar sus acerbos dolores, no podía dominarse y lloraba abundantemente".
El santo peruano "amó también con especial caridad al augusto Sacramento de la Eucaristía al que, con frecuencia escondido, adoraba durante muchas horas en el sagrario y del que se nutría con la mayor frecuencia posible".
"Amó de una manera increíble a la Virgen María, y la tuvo siempre como una Madre querida. Además, San Martín, siguiendo las enseñanzas del Divino Maestro, amó con profunda caridad, nacida de una fe inquebrantable y de un corazón desprendido a sus hermanos".
"Amaba a los hombres porque los juzgaba hermanos suyos por ser hijos de Dios; más aún, los amaba más que a sí mismo, pues en su humildad juzgaba a todos más justos y mejores que él. Amaba a sus prójimos con la benevolencia propia de los héroes de la fe cristiana", dijo entonces San Juan XXIII.
"Excusaba las faltas de los demás; perdonaba duras injurias, estando persuadido de que era digno de mayores penas por sus pecados; procuraba traer al buen camino con todas sus fuerzas a los pecadores; asistía complaciente a los enfermos", continuó.
San Martín de Porres también "proporcionaba comida, vestidos y medicinas a los débiles; favorecía con todas sus fuerzas a los campesinos, a los negros y a los mestizos que en aquel tiempo desempeñaban los más bajos oficios, de tal manera que fue llamado por la voz popular Martín de la Caridad".
¿Qué milagros permitieron declarar santo a San Martín de Porres?
Si bien fueron varios los milagros revisados para su canonización, dos fueron los que hicieron que el Beato Martín de Porres fuese declarado santo.
El primero se dio en 1948 en Paraguay con una anciana de 89 años a la que le dieron pocas horas de vida tras sufrir un infarto. Una hija suya rezó al Beato y logró que al día siguiente la mujer sanara.
El segundo milagro se dio en 1956 en las Islas Canarias en España, donde el niño Antonio Cabrera Pérez se curó de la gangrena que tenía en la pierna izquierda.
Rafael Sánchez-Concha explicó que el niño "sufrió un golpe terrible, la pierna se iba a gangrenar y los médicos la iban a amputar. Los padres pusieron una estampita del Beato Martín y al día siguiente amaneció curado".