El Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Obispo Emérito de Hong Kong, se declaró inocente de las acusaciones del gobierno chino, que lo denunció por supuestos vínculos con un fondo que ayudaba a las personas que se manifestaron a favor de la democracia en la ex colonia británica.
La agencia AP informó que este 26 de octubre el Purpurado, de 90 años, se declaró inocente de los presuntos vínculos con el Fondo de Ayuda Humanitaria 612, creado para apoyar a los manifestantes arrestados o heridos durante las marchas de 2019 contra la nueva ley de seguridad impuesta por el régimen comunista en Hong Kong.
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El Cardenal Zen fue arrestado el 11 de mayo bajo la ley de seguridad nacional. Ese día también fueron detenidos la abogada Margaret Ng, el exdiputado Cyd Ho, el profesor Hui Po-keung y las activistas Denise Ho y Sze Ching-wee. El exparlamentario está en prisión por participar en una manifestación no autorizada.
El Fondo 612 cesó sus funciones en octubre de 2021. Según el régimen comunista, la organización benéfica no fue registrada correctamente de acuerdo a la Ordenanza de Sociedades.
Sin embargo, Asia News informó que la defensa ha señalado que los acusados no estaban obligados a registrar el fondo según dicha ordenanza.
Además, los abogados defensores indicaron que la ley es inconstitucional porque va más allá de lo necesario para cuidar el orden público y la seguridad nacional. También señalaron que su definición de "sociedad" es ambigua.
Por su parte, el fiscal Anthony Chay Tin dijo que el fondo era de naturaleza política y por ello no podía calificar para la exención del registro público. Asimismo, dijo que recibió donaciones por unos 58 millones de dólares y organizaba conferencias de prensa y eventos para recaudar fondos, patrocinar campañas políticas y contratar trabajadores.
Según se informó, si el Cardenal es declarado culpable, podría recibir una multa de hasta 10 mil dólares de Hong Kong, aproximadamente 1.275 dólares estadounidenses. El juicio ha sido aplazado hasta el 31 de octubre.
Hong Kong fue colonia británica desde 1841 hasta 1997, año en que fue devuelta a China como una región administrativa especial con un gobierno propio y con otros beneficios ciudadanos, como mayor libertad religiosa.
Sin embargo, en los últimos años, Beijing ha tratado de reforzar el control sobre las prácticas religiosas en Hong Kong con el pretexto de proteger la seguridad nacional.