El profesor de Fisiología Animal de la Universidad de Santiago de Compostela, Francisco Javier Marcó Bach, señaló que el uso de anticonceptivos puede quebrar el equilibrio de la personalidad en maduración, “con tendencia a la evasión con drogas, alcoholismo y conductas que pueden producir traumas físicos y psíquicos a veces irreparables”.
Marcó Bach, doctor en fisiología y farmacología, entregó a sus alumnos de la asignatura Fisiología Animal de la Universidad de Santiago, en forma de apuntes, sus teorías sobre la anticoncepción.
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Según el estudioso, el uso de anticonceptivos, además que “puede propiciar irresponsabilidad ante la vida en adolescentes”, puede tener como efectos secundarios, la frigidez y depresión, las dificultades en la relación de pareja, la falta de respeto a la vida, e incluso la disminución de la libertad y el aumento del número de divorcios.
Según informa el diario ABC de Madrid, los apuntes de Marcó Bach señalan que “el uso continuado de los anticonceptivos rompe un conjunto de componentes psicofisiológicos de una vida sexual normal y puede producir alteraciones en la conducta”.
Siempre refiriéndose a los anticonceptivos, el docente afirma que “pueden hacer más ardua la armonía, felicidad y estabilidad, ya que si falta rectitud fomentan el egoísmo y la búsqueda principalmente de la satisfacción del propio deseo, con lo que se puede acabar usando al otro, siendo incapaz de dominar el instinto”, para advertir que con su uso “se duplican los divorcios”.
Marcó Bach, jefe del departamento de fisiología de la Universidad de Santiago, defiende en su texto el uso de métodos naturales de regulación de la natalidad “basados en la detección de los periodos fértiles mediante signos externos que ocurren de manera natural durante el ciclo femenino”, que considera que permiten una mayor “racionalidad y libertad”; son de “eficacia comparable a los mejores anticonceptivos y permiten una “mayor probabilidad en la posibilidad de elección del sexo del hijo”.
El docente considera que los anticonceptivos generan “una mentalidad cerrada a la vida” y argumenta que “la ruptura sistemática de unión que existe en la biología entre sexualidad y vida, y de modo inconsciente en el psiquismo humano, produce una falta de respeto a la vida, que favorece el aborto cuando falla el anticonceptivo”.
Finalmente, Marcó Bach señala que “está demostrado que la depresión y frigidez son efectos secundarios demostrados por la utilización de anticonceptivos hormonales”, pero puntualiza que “en los demás se llega a lo mismo por cambios en la motivación y significado de la sexualidad. Si se busca predominantemente la satisfacción sensorial a toda costa, como con el tiempo disminuye el placer, se llega al hastío y a sentirse objeto, con la consiguiente depresión y frigidez”.