El P. Javier Olivera Ravasi, director del proyecto de apologética católica Que no te la cuenten (QNTLC), publicó un video en el que derriba cuatro mitos sobre San Francisco de Asís, a quien la Iglesia Católica celebra este 4 de octubre
1. San Francisco no era un "buenista" ni pacifista
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El sacerdote argentino recuerda que San Francisco escribió que "los que aman las tinieblas más que la luz, negándose a observar los 10 mandamientos de Dios, son maldecidos por Él".
San Francisco, explica el P. Olivera, "no dice que cada uno viva su catolicismo a su manera", ni de aquellos que "dicen que todo el mundo se va al cielo, no pasa nada, adelante siga usted con su vida. Dios es tan grande y tan amoroso que a todos nos va a llevar al cielo. No".
El sacerdote precisa que San Francisco incluso permitió a sus frailes que porten armas para ejercer su derecho a la legítima defensa, por si era necesario. Algo que "está en el Catecismo hasta el día de hoy".
"Tanto no fue pacifista que él mismo va a participar de la quinta cruzada. Ahí predicó al sultán y superó la 'prueba de fuego' en el año 1219. El sultán no se convirtió pero le permitió evangelizar sus territorios".
El P. Olivera recuerda asimismo que San Francisco y Santo Domingo de Guzmán combatieron la herejía de los cátaros o puros, quienes pensaban que la persona "se podía liberar con mucho ascetismo y luego entregarse a los placeres".
"Si alguien de palabra o hecho se aleja de la fe, sea expulsado de nuestra fraternidad", decía el Santo.
Al enviar a los primeros misioneros franciscanos a Marruecos, San Francisco les dijo que los mandaba "como ovejas en medio de lobos para predicar y confesar su fe, y combatir la voluntad de Mahoma".
2. San Francisco no era vegano ni ecologista
"San Francisco no era vegano, vegetariano ni ecologista, como algunos quieren hacerlo pasar delirantemente el día de hoy", señala el P. Olivera.
"Si decía hermano sol o hermana luna, no lo decía porque hubiera una suerte de Pachamama (madre tierra), sino porque reconocía en la causa de las cosas a Dios mismo".
"El efecto es la creación y uno puede ir del efecto a la belleza trascendente de la causa. Eso no quiere decir que no fuese a comerse un asado o que no consumiera plantas. Todo lo contrario".
El sacerdote argentino indica en el video que San Francisco decía que en Navidad "no hay abstinencia de carne que valga. Y si las paredes pudiesen comer carne, habría que dársela también a ellas".
San Francisco invitó alguna vez a sus discípulos a comer la carne que recibieron como limosna: "comed con alegría, comamos libremente la comida que hemos recibido", les decía.
"San Francisco sabía que las cosas están puestas al servicio del hombre y no el hombre al servicio de las cosas", resalta el sacerdote argentino.
3. San Francisco no fue un revolucionario de izquierda o comunista
"No hay nada más alejado de la realidad. Francisco, viniendo de una familia rica, no quería que los frailes se inmiscuyesen en la vida temporal. Y decía esto para quienes creen que la revolución del pueblo hace que los ricos sean robados y los pobres los poseedores", destaca el P. Olivera en su video.
San Francisco decía además que "no es lícito tomar las cosas de otros, o distribuir a los necesitados la propiedad de otros".
El sacerdote argentino remarca que "ni siquiera era lícito lo de Robin Hood. No se puede hacer un mal para hacer un bien", tampoco robando a los ricos para dárselo a los pobres.
4. San Francisco no tuvo un romance con Santa Clara de Asís
Esta idea, dijo el P. Olivera, "es una idiotez que no tiene ningún tipo de relación con la realidad histórica. Y si la hubiesen tenido fue un estupro, una cosa loquísima"
Cuando San Francisco se convierte tenía 20 años y Clara 8. Cuando se encontró con el Papa tenía 32 y ella 14.
"Como mucha gente no lee y se deja guiar por lo que dicen las películas, las series y las cosas romanticonas", termina creyendo lo que estos dicen.
Además, "el que no vive como piensa termina pensando cómo vive, entonces trasladan este tipo de cosas a la historia", advirtió el P. Olivera.
"Santa Clara fue una mujer súper virtuosa. Fue monja de clausura. Solo saló del convento cuando murió San Francisco, que era su padre espiritual. Lo del romance es una cosa absolutamente delirante", subrayó el sacerdote.
Para concluir, el P. Olivera dijo que "el gran santo de Asís, el que según la Iglesia se pareció más a Jesucristo, no es el que a veces nos quieren vender".