El 3 de octubre, en la fiesta de San Francisco de Borja, la Arquidiócesis de Valencia (España), donde nació el santo duque, celebró la clausura de un Año Santo Jubilar concedido por el Papa Francisco.
El Papa Francisco concedió a la Arquidiócesis de Valencia un Año Santo por los 350 años de la canonización de San Francisco de Borja, el 3 de octubre de 2021, y los 450 años de su muerte, cumplidos hoy.
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San Francisco de Borja fue un sacerdote jesuita que nació en la ciudad de Gandía (España) en 1510, y falleció en Roma (Italia) en 1572. Se casó y tuvo ocho hijos, y se unió a los jesuitas tras la muerte de su esposa.
El santo fue duque de Gandía y marqués de Llombai, y consejero del emperador Carlos V. Además, fue amigo de Santa Teresa de Jesús y San Juan de Ávila.
La clausura del Año Jubilar inició con una Misa celebrada por el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia, en la iglesia colegial o "colegiata" de Santa María de Gandía, la ciudad natal del santo.
La Eucaristía fue concelebrada por el P. Ángel Saneugenio, abad de la iglesia, y otros sacerdotes de las parroquias de la ciudad de Gandía. Luego, a las 8:00 p.m. (hora local) se realizó una procesión.
En Valencia, la parroquia de San Francisco de Borja celebró la clausura del Año Jubilar con una Misa, una procesión, la exposición de una reliquia de primer grado -los huesos- del santo.
Además, se develó un cuadro del santo que fue llevado desde Perú por un feligrés de la parroquia de San Francisco de Borja de Yunguyo.
El Año Jubilar "nos ha unido como comunidad, como la gran familia que somos" y ha dado "como frutos pastorales, la creación de nuevos grupos, como la catequesis de post-comunión", dijo el párroco de la Iglesia San Francisco de Borja, P. Pedro Miret, en su homilía.
Al final de la Eucaristía se develó una placa conmemorativa del Año Santo y el párroco cerró la Puerta Santa del templo.
La Arquidiócesis de Valencia señaló en su sitio web que durante el Año Santo Jubilar, los católicos de las parroquias locales ofrecieron Misas, conferencias, exposiciones, conciertos, procesiones y peregrinaciones.
Además, los fieles peregrinaron a los templos jubilares para obtener indulgencia plenaria o el perdón de sus pecados.
Los templos jubilares fueron la Colegiata de Santa María, la Compañía de Jesús en Valencia, la parroquia de Santa Cruz de Llombai y la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Turís, y otros templos dedicados a San Francisco de Borja.
Para obtener indulgencia plenaria, los fieles también debían cumplir las condiciones habituales de Confesión, Comunión, oración por las intenciones del Papa y la práctica de una obra de misericordia.