Bajo el lema: "Por una sociedad sin esclavos ni excluidos" se realizó la decimoquinta Misa en solidaridad con los excluidos y las víctimas de tráfico y trata de personas en la plaza Constitución de Buenos Aires (Argentina).
La Misa fue presidida por el vicario episcopal de la Zona Centro y Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. José María Baliña, quien dijo que "queremos jugarnos por la vida, juntos, seguir alentándonos unos a otros. Avanzar para celebrar la vida y defender al más débil".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Creemos que esto es lo que nos salva. Unirnos alrededor de Jesús y escuchar su palabra. Sabemos lo que nos duele, nos lastima, lo que nos enfrenta, la agresión y la violencia", afirmó.
El Prelado manifestó que Jesús "nos acompaña a ser un camino, como buen pastor va caminando, cuidando, defendiendo, reuniendo y atendiendo a la oveja más viejita, o la más chiquita y la más débil. Él nos llama a nosotros a caminar con él".
La Eucaristía fue concelebrada por el Obispo Auxiliar de Buenos Aires y vicario pastoral para las Villas de Emergencia, Mons. Gustavo Oscar Carrara; el Obispo Emérito de Río Gallegos, Mons. Juan Carlos Romanín SDB; junto con sacerdotes y el equipo de curas villeros.
"Tengamos presente la fuerza y el amor que emerge del corazón de Jesús para no ser indiferentes, para no separarnos y enfrentarnos en estos tiempos difíciles", expresó Mons. Carrara.
Finalmente Mons. Baliña subrayó que "hoy le queremos pedir al Señor amor para ser solidarios y estar sólidos e integrados todos los argentinos".
Las Hermanas Misioneras de Cristo Maestro
"Jesús nos manda que nos amemos los unos a los otros. Entonces cuando vamos a luchar defendiendo a los marginados y a los pobres, no debemos desear la muerte de nadie", comentó una de las referentes de las Hermanas Misioneras de Cristo Maestro, la religiosa Laura Medina.
"Quienes maltratan a los hermanos y hermanas, paguen sus culpas pero ojalá también se conviertan y se sumen a la construcción de una patria de hermandad y fraternidad", añadió.
"No tenemos que odiar a nadie pero tenemos que defender con todas nuestras fuerzas a los que son odiados y no tienen quien los defienda. Ojalá Jesús y la Santísima Virgen nos ayuden a vivir esto", exclamó la hermana Laura.