"El Beso de Dios", un documental que desde este mes llega a los cines de México a través de Cinemex y a muchos otros países de América Latina, de la mano del Festival Internacional de Cine Católico, podría ayudarte a comprender y amar mucho más la Santa Misa.
La película cuenta con testimonios de importantes figuras como Pietro Sarubbi, que interpretó a Barrabás en la película "La Pasión de Cristo" de Mel Gibson; y la narración del conocido actor mexicano Eduardo Verástegui.
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También participan en el documental el famoso apologeta converso al catolicismo Scott Hahn; el Predicador de la Casa Pontificia, P. Raniero Cantalamessa; el ex director de Disney Channel Tony Gratacós; y la religiosa clarisa Briege McKenna.
La Misa que enmarca el documental es celebrada por el sacerdote español José Pedro Manglano, fundador del movimiento Hakuna.
"El Beso de Dios" llegó a Perú el 15 de septiembre, a través de la cadena de cines Cinemark; y se estrena este 22 de septiembre en México.
Desde el 29 de septiembre estará disponible en cines de Costa Rica, Panamá, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Ecuador y Uruguay.
En declaraciones a ACI Prensa, el director de "El Beso de Dios", el español Pietro Sarubbi, aseguró que la idea de realizar esta película fue "como un regalo de Dios".
Sarubbi aseguró ser "una persona rescatada por el Señor". Y en este "rescate" a mano de Dios, tuvo mucho que ver la Santa Misa, dijo, "que era incluso algo de lo que yo dudé".
En su camino hacia Dios, recordó, leía "cada noche un fragmento del Evangelio", y se encontró con "esa frase tan sublime del Señor, que dice 'el que come Mi Carne y bebe Mi Sangre habita en Mí y yo en él'".
"Yo estaba en un momento personal muy duro", dijo, y recordó que "me veía como en una desesperación, tenía circunstancias vitales muy complicadas y no encontraba consuelo en nada. Mi familia me ayudaba en todo lo que podía, pero como que aquello no me terminaba de sanar, mis amigos intentaban comprenderme, pero tampoco".
Además, el proceso de formación actoral "a veces pues te pone en dificultades", y sentía que su vida se estaba "ensombreciendo mucho".
Gracias a un sacerdote que conoció a través de una profesora universitaria numeraria del Opus Dei, recordó, "comencé a ir a la Misa, y además él me recomendó ir a diario, porque me iba a confirmar con la certeza de que Jesús había dicho eso, que 'el que come Mi Carne y bebe Mi Sangre habita en mí y yo en él'"-
"Y yo, cuando empecé a ir a la Misa en ese estado tan pésimo que yo no quería ni mi vida, experimenté cómo en muy poco tiempo efectivamente Jesús vino a habitar en mí y me sané".
"Como que todo lo que no conseguían mis amigos, mi familia, de sacarme para arriba, pues yo sentí como Jesús me rescató del hoyo en el que estaba metido, que era muy oscuro", expresó.
Para Sarubbi, "definitivamente sí" que este documental puede servir para que los católicos "revaloremos la importancia de la Misa", y destacó que a la Misa o a la Adoración Eucarística debemos ir "con la certeza de que Jesús va a estar ahí".
"Estamos llamados a vivir la Misa con la conciencia de que Jesús está presente".
El director de "El Beso de Dios" destacó que en el documental hay "testimonios fuertísimos", y destacó que entre los que más le han conmovido se encuentra el de la hermana Bridge McKenna, que es "una de las personas con una fe más salvaje y más grande que he visto en mi vida".
"Su testimonio me tocó mucho y creo que fue el que más me transformó y me cambió, porque ella hablaba de una fe firme pero sencilla", dijo, y lo ayudó a darse cuenta de que si la hemorroísa del Evangelio confiaba en que son solo tocar el manto de Jesús se sanaría, cuánto más "podrá hacer el corazón realmente vivo de Jesús" al recibir la Eucaristía.