El Cardenal Celestino Aós, Arzobispo de Santiago, aseguró este domingo que ni la violencia ni la corrupción construyen Chile; y alentó a vivir centrados en Cristo para dar buenos frutos y colaborar con el bien común del país que celebra sus fiestas patrias.
Así lo indicó el Purpurado en la homilía del Te Deum ecuménico que se celebró esta mañana en la Catedral Metropolitana de Santiago, en presencia del presidente de Chile, Gabriel Boric, y todos sus ministros de estado.
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"La violencia no construye. Los violentos ni hacen presente ni futuro para Chile, ni construyen los corruptos", dijo el Purpurado.
"No podemos convertir al otro que no piensa como nosotros en un enemigo. La gente votó en el plebiscito y malo es violentar con insultos o amenazas a quienes votaron de una u otra forma", resaltó.
El Cardenal se refirió así al plebiscito del 4 de septiembre, en el que la gran mayoría de chilenos rechazaron el proyecto de nueva Constitución pro aborto, alentada por el presidente Boric.
El Cardenal también alentó a vivir la auténtica libertad que surge de Cristo, para hacer frente a las actuales "esclavitudes culturales, ideológicas, económicas y sociales".
El Arzobispo destacó también que "es un dato fuerte el número de los que votaron en el plebiscito, pero la participación política no se agota ni acaba allí".
"Los cristianos deben involucrarse en la política porque es una forma excelsa de caridad. Entre todos hemos de construir el Chile país de hermanos, donde no sobra nadie y a nadie se le deja marginado", subrayó.
En el plebiscito votaron alrededor de 13 millones de personas, de las cuales alrededor del 62%, es decir unos 8 millones, rechazaron la Constitución abortista que redactaron los 155 convencionales, durante varios meses.
La derrota de la Constitución antivida hizo que Boric cambiara a algunos de sus ministros y que el mandatario llamara a "un nuevo itinerario constituyente".
En su homilía, el Cardenal Aós alentó a buscar siempre "la oración, la Misa dominical y los sacramentos que no son un lujo sino una necesidad para todos", para dar buenos frutos, unidos a Dios.
"Hay un criterio inequívoco, por sus frutos los conoceréis", dijo el Cardenal.
"Quien vive en la violencia, quien calumnia o insulta al adversario, quien rompe la fidelidad matrimonial, quien mata la vida, quien falsifica o miente, ¿da frutos del árbol bueno o del malo, siempre paz y bien, unión y concordia, o va dejando amargura, desunión, odio?", cuestionó el Purpurado.
El Cardenal animó a involucrarse en la política para defender los derecho esenciales de las personas como "la dignidad, la igualdad de los ciudadanos, buscar el bien común, la justicia y la paz, favorecer la participación democrática, actuar con honestidad y transparencia la administración de los bienes, cuidar y favorecer la vida, la familia, el matrimonio, el derecho de los padres a educar a sus hijos, la justicia social y solidaridad y la defensa de la paz".
El Arzobispo de Santiago recordó luego que "la libertad religiosa es un derecho de todo ser humano. La hostilidad o el menosprecio hacia la religión no es sana laicidad sino laicismo secularizado".
El Cardenal Aós dijo también que "la gran pregunta es cuál ha sido tu fruto en este año, qué vas a cambiar para dar buenos frutos. Son importantes la fe y las obras, no basta tener ideas y creencias, hay que llevarlas a la práctica".
"No nos cansemos de hacer el bien, porque si no desfallecemos cosecharemos en algún momento los frutos", remarcó.