El Papa Francisco expresó algunas reflexiones durante la rueda de prensa ofrecida en el vuelo de retorno de su viaje apostólico a Kazajistán, sobre la posibilidad de que Ucrania reciba apoyo armamentístico para su defensa en la guerra con Rusia.
"Es una decisión política que puede ser moral, moralmente aceptada, si se hace con las condiciones de moralidad, que son muchas", dijo.
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Sin embargo, añadió, "puede ser inmoral si se hace con la intención de provocar más guerra o de vender las armas o desechar las armas que ya no necesito. La motivación es lo que califica en gran medida la moralidad de este acto".
Para el Papa Francisco "defenderse no solo es lícito", sino que "también es una expresión de amor a la patria".
"El que no se defiende, el que no defiende algo, no lo ama; en cambio, el que defiende, ama", expresó.
Diálogo con Rusia, aunque hacerlo "apesta"
Consultado sobre si hay alguna línea roja que pueda cerrar la puerta al diálogo con Rusia, el Papa Francisco afirmó que "siempre es difícil entender el diálogo con los estados que iniciaron la guerra y parece que el primer paso lo dio esa parte".
Sin embargo, puntualizó, "es difícil, pero no debemos descartarlo", porque "existe la posibilidad de que a través del diálogo las cosas puedan cambiar".
"No excluyo el diálogo con ninguna potencia que esté en guerra, aunque sea el agresor", añadió.
Sobre esta cuestión, el Papa subrayó que "apesta, pero hay que hacerlo. Siempre un paso adelante. La mano tendida, siempre, porque de lo contrario cerramos la única puerta razonable a la paz".
En otro momento de su explicación el Papa expuso una paradoja sobre Rusia y la guerra por su papel de "garante" de la paz en Armenia mientras está "haciendo la guerra allí", en referencia a Ucrania.
El Papa Francisco también aseguró que "estamos en una guerra mundial", al referirse a la multitud de conflictos armados que hay en el mundo. Así, se refirió a los enfrentamientos en Ucrania, Siria, Mozambique, Etiopía o Myanmar.
El Santo Padre llamó por otro lado a "reflexionar más sobre el concepto de guerra justa, porque ahora todo el mundo habla de paz".
Respecto del tráfico de armas, el Papa Francisco señaló que se trata de "un negociado asesino", y recordó que alguien "que entiende de estadísticas" le comentó en una ocasión "que si se dejara un año de fabricar armas se solucionaría toda el hambre del mundo".
Llorar por la consecución de la paz
El Papa ha aprovechado la ocasión para rememorar una anécdota de su infancia en Argentina.
"Tenía nueve años y recuerdo haber escuchado la alarma del mayor periódico de Buenos Aires. En ese momento, la alarma sonaba para festejar o para dar malas noticias. Ahora ya no suena, se escuchaba en toda la ciudad", recordó.
"Mi mamá dijo: ¿Qué pasa? Estábamos en la guerra, en el año 45. Una vecina vino a la casa para decirnos que había sonado la alarma y lloraba: Ha terminado la guerra", prosiguió el Papa con la narración.
"Estas personas, estas mujeres sabían que la paz era más grande que todas las guerras y lloraban de alegría cuando se hizo la paz, no lo olvido", señaló.
Al hilo de esta anécdota, el Papa Francisco se preguntó "si estamos hoy con el corazón educado para llorar de alegría cuando vemos la paz".