En ocasión del viaje apostólico del Papa Francisco a la República de Kazajistán, la Santa Sede firmó este 14 de septiembre un importante acuerdo a favor de los católicos que viven en este país de Asia Central.
Según informó un comunicado vaticano, el nuevo "Acuerdo entre la Santa Sede y la República de Kazajistán" fue firmado este 14 de septiembre en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en la capital Nur-Sultan.
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Por la Santa Sede firmó Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano y las Organizaciones Internacionales, y por la República de Kazajstán, Mukhtar Tileuberdi, viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores.
El nuevo acuerdo "pretende dar una aplicación más amplia al Art. 2 del Acuerdo Bilateral de 1998" para facilitar "la concesión de visas y permisos de residencia al personal eclesiástico y religioso del extranjero comprometido en la atención pastoral de los fieles católicos en Kazajstán".
"El documento, que consta de un preámbulo y ocho párrafos, consolida aún más los lazos de amistad y cooperación ya existentes entre ambas partes", indicó la nota oficial.
Este importante acuerdo entrará en vigor cuando se intercambien "los instrumentos de ratificación".
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Kazajistán, Mons. José Luis Mumbiela Sierra, dijo en una reciente entrevista a ACI Prensa que "cuando se crea una buena base de convivencia es un campo precioso para poder realizar la evangelización más explícita del Evangelio, pero hay que crear esos lazos de paz, esos deseos de unidad, de fraternidad. Esa es la antesala para abrir el corazón a Cristo. Ver al otro como un hermano y no como un enemigo".
Luego, Mons. José Luis explicó que algunos de los principales desafíos que tiene la Iglesia en este pequeño país de la ex Unión Soviética es precisamente la evangelización de la gente que se queda en el país, que no emigra, así como "la evangelización de los tradicionalmente no católicos".
El Prelado señaló que se trata de "llevar el Evangelio a quienes no lo han tenido en su infancia, en su familia, no para imponerlo o para hacer en sentido negativo proselitismo, sino en el sentido que es nuestra convicción de que es el mejor mensaje que se puede escuchar en este mundo sin lugar a duda, es el mensaje de salvación para todos".
"Ese es nuestro gran reto: saber transmitir a todos, a todos los que no conocen bien el Evangelio, para que descubran la gran riqueza que es conocer y amar a Cristo, conocer y dejarse amar por Cristo", dijo el Obispo de Kazajistán.