Con motivo de la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, que se celebra el 8 de septiembre, te compartimos uno de los gozos más antiguos dedicados en su honor en Cuba.
En una publicación en Facebook, el Arzobispado de Santiago de Cuba animó a los fieles a unirse en espíritu festivo y recitar los Gozos de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, el canto más antiguo de Cuba a esta advocación mariana.
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“Los gozos son una forma de liturgia popular practicada en actos de devoción colectiva, que alaban las excelencias de la Virgen, de Nuestro Señor, o de los santos, pero siempre tratándose de una devoción concreta”, explica la Enciclopedia Católica.
Estos gozos o alabanzas surgieron en los siglos XVII y XVIII y los fieles solían aprenderlos de memoria para cantarlos en las solemnidades, indica. “Normalmente todas las festividades contaban con sus gozos propios y melodías diferentes”, añade.
En diálogo con ACI Prensa, la responsable de la oficina de comunicación del Arzobispado de Santiago de Cuba, María de la Caridad López Campistrous, indicó que el fallecido P. Luis Betancourt estuvo a cargo de la investigación sobre la historia de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
Como parte de la investigación, explicó, el P. Betancourt compartió la historia detrás de los Gozos de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, antiguo canto que los cubanos recitan con devoción cada año.
López indicó que el P. Betancourt aclaró en un artículo que esta alabanza apareció por primera vez en una novena publicada en 1841, pero se sabe que es aún más antigua.
“Podrían ser ‘las alabanzas o coplas’ que se rezaban en el Santuario [de la Virgen de la Caridad del Cobre] el año 1782, o antes”, precisa el sacerdote en su artículo.
En ese sentido, señala que el quinto capellán del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, P. Bernardo Ramírez, indica en su libro Historia de la aparición milagrosa de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, sobre la “costumbre” de rezar los gozos en el templo
El sacerdote escribió el libro a partir de un manuscrito del primer capellán del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el P. Onofre de Fonseca, que data de 1703 y fue transcrito en 1782.
Este antiguo canto ha sido adaptado en algunos versos, y continúa siendo cantado por los fieles en la fiesta de la Patrona de Cuba en iglesias y capillas de la isla.
A continuación, compartimos los Gozos de la Virgen de la Caridad del Cobre:
Gozos de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Pues te hizo la Trinidad
tan perfecta y sin igual.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Sobre las aguas viniste
a dar al hombre consuelo.
Como una señal del cielo
en Nipe apareciste,
con esto clara nos diste
señal de tu gran piedad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Puesto que jamás moró
en tu alma virginal
la menor sombra del mal
el mar tu imagen honró
y con ello proclamó
tu virtud y santidad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Y tu nombre singular
tan bello y tan exquisito
en la tabla vino escrito
que te trajo sobre el mar
muestra así quisiste dar
de tu maternal bondad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Enfermos que con anhelo
vienen buscando salud
obtienen por tu virtud
dulce esperanza del cielo
en las tristezas consuelo
y alivio en la enfermedad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Cojos, tullidos, baldados,
frenéticos y leprosos
si suplican fervorosos
quedan por ti remediados
todos quedan consolados
de cualquier penalidad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Los ciegos que en tu presencia
la vista han recuperado
de fe testimonio han dado
pregonando la clemencia
de la augusta providencia
que colma tu santidad.
Líbranos de todo mal,
Virgen de la Caridad.
A la que el parto ha llegado
de trance tan peligroso,
tu alimento amoroso
felizmente la ha sacado.
Y a muchas has alcanzado
el don de fertilidad.
Líbranos de todo mal,
Virgen de la Caridad.
La plaga que causa espanto
y las fiebres perniciosas
se mitigan presurosas
al oír tu nombre santo.
Así se repiten tanto
En cualquier penalidad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
De las borrascas del mar
que acarrean llanto y duelo
tú como estrella del cielo
a cuántos logras salvar.
Por eso en todo pesar
clamamos con humildad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
En hambres y tempestades,
epidemias, terremotos,
si a ti se acogen devotos
cesan las calamidades.
Por ti tras las sequedades
viene la fertilidad.
Líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad.
Pues te hizo la Trinidad
Tan perfecta y sin igual;
Líbranos de todo mal,
Virgen de la Caridad.