Los obispos mexicanos expresaron su "preocupación" sobre el avance en el Poder Legislativo de una reforma a la Guardia Nacional que busca incorporarla a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), y señalaron que "se está violando la Constitución".
La SEDENA es una de las secretarías o ministerios del Poder Ejecutivo mexicano, y tiene a su cargo al Ejército y la Fuerza Aérea de México.
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En un comunicado difundido el 5 de septiembre, la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano pidió al Senado que "en su análisis, discusión y votación de las reformas, considere en absoluto, las consecuencias y repercusiones" de la incorporación de la Guardia Nacional a la SEDENA.
"La democracia no se construye con la mera observancia del proceso legislativo, sino que se encuentra sujeta al respeto y protección de los derechos humanos de todas las personas", indicaron los obispos.
El sábado 3 de septiembre, con 264 votos a favor, 212 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, órgano legislativo federal, se aprobó una serie de reformas legislativas que apuntan a incorporar la Guardia Nacional a la SEDENA.
La Guardia Nacional, creada bajo el impulso de López Obrador, reemplazó desde 2019 a la desaparecida Policía Federal de México. Desde su aparición ha sido objeto de críticas por quienes la ven como un intento de militarizar el país.
Para sus críticos, al impulsar la Guardia Nacional, López Obrador incumple su promesa de campaña de desmilitarizar el país.
El 5 de septiembre, tras la aprobación de las reformas en la Cámara de Diputados, López Obrador defendió las reformas: "No es militarizar o ir al autoritarismo, sino cuidar, con la vigilancia de la Secretaría de la Defensa, el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública del país".
En su comunicado del 5 de septiembre, los obispos advirtieron que "con la aprobación de esta reforma se está violando la Constitución".
Además, señalaron, se afecta "el derecho de las personas que eligieron a un gobierno que prometió crear una guardia de carácter civil para brindar seguridad a la ciudadanía y no una guardia subordinada al régimen militar".
También "representa un riesgo para el pleno ejercicio de los derechos de las personas en contexto de migración".
La Iglesia Católica ha denunciado en el pasado que la Guardia Nacional ha sido usada por el Gobierno de López Obrador, especialmente en la frontera sur del país, como un "muro humano" contra los migrantes.
Los obispos recordaron que "el Estado mexicano ha sido declarado en varias ocasiones, responsable internacionalmente por graves violaciones a los derechos humanos de las personas".
"Derivado de lo anterior, también ha sido objeto de múltiples recomendaciones tanto de organismos nacionales como internacionales para limitar al máximo el uso de las fuerzas armadas para labores de seguridad pública", añadieron.
"Aunque el discurso señala que no se pretende militarizar al país, los legisladores como representantes del Pueblo, no deben dejar de lado la memoria histórica, pues en contextos de importante presencia militar se ha propiciado la comisión de crímenes atroces por parte de agentes del Estado", expresaron.
Después de una rápida aprobación en comisiones, el Pleno del Senado comenzó este 8 de septiembre el debate de las reformas a la Guardia Nacional.