El Obispo Castrense de Colombia, Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid, envió sus condolencias y pidió a todo el pueblo de Dios que ore por el alma de los siete policías asesinados el viernes 2 de septiembre en un atentado con explosivos y armas de fuego.

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"Que toda Colombia se una en oración por el alma de nuestros héroes y por la fortaleza para sus familias. Un saludo para nuestros policías de Colombia en medio de esta noticia triste y dolorosa", indicó el Prelado en un comunicado difundido el 3 de septiembre.

El último viernes, cerca de las 3:00 p.m. (hora local), siete policías murieron y uno quedó herido de gravedad durante un ataque en una zona rural de Neiva, en el Departamento de Huila, en el oeste de Colombia.

 

 

Según las autoridades, los oficiales se trasladaban en una camioneta hacia la estación policial, pero antes de llegar a su destino, un artefacto explosivo ocasionó la tragedia. Tras la explosión, emboscaron a los sobrevivientes con fusiles asalto.

El Director General de la Policía Nacional de Colombia, Henry Armando Sanabria, dijo el 5 de septiembre que "lo más probable es que haya sido la columna 'Dagoberto Ramos' (disidencias de las extintas FARC), teniendo en cuenta el tipo de explosivo, la modalidad y la presencia que tuvieron en esa zona".

La BBC afirma que este es el mayor atentado registrado en el país desde que llegó al poder Gustavo Petro.

En su mensaje, Mons. Ochoa envió "un saludo de condolencia a cada hombre y mujer que visten el uniforme de la Policía Nacional, que sienten el dolor por la pérdida de sus hermanos (…) en un atentado terrorista".

En julio de 2022, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ya había manifestado condolencias y solidaridad a la policía, por los 36 oficiales asesinados y otros 60 heridos desde inicios de año.

La violencia contra las fuerzas del orden fue ocasionada mayormente por bandas criminales dedicadas al narcotráfico, en especial el Clan del Golfo.