El Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González, recordó que el cristiano no puede apoyar nunca el aborto ni la eutanasia, en una carta pastoral escrita ante el plebiscito que decidirá si se aprueba o se rechaza la nueva Constitución proaborto de Chile.
El plebiscito se realizará en Chile el próximo domingo 4 de septiembre. En él millones de chilenos decidirán, marcando "Apruebo" o "Rechazo", si el país tendrá o no una nueva carta magna proaborto, elaborada por 155 personas, los llamados "convencionales".
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En su carta pastoral del 28 de agosto, el Prelado chileno retoma algunos aspectos criticados por los obispos de Chile en julio.
El Obispo de San Bernardo detalló que en la nueva Constitución hay conceptos que "son directamente contrarios a la enseñanza cristiana, como la introducción del aborto o interrupción del embarazo (art 61.2), la muerte digna (art.68), que implicará aprobar la eutanasia".
El texto también desconoce "derechos esenciales de los padres, como el que tienen respecto a la educación de los hijos. Se impone una concepción acerca de la sexualidad que es contraria a la enseñanza de la fe cristiana (art. 40)".
"No se considera el derecho a la objeción de conciencia, especialmente en el caso del aborto y se introduce una visión errada y única del hombre y la mujer, fundada en la ideología de género, que es anticristiana", prosigue.
La ideología de género es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural, algo que distintos gobiernos intentan imponer a través de la educación de los niños y jóvenes.
Tras recordar que "cada ciudadano es libre para escoger sus opciones", el Obispo de San Bernardo dijo que la postura que una Constitución asume ante el aborto y la eutanasia "es un aspecto esencial para juzgar el valor ético de la misma en su totalidad".
"El aborto y la eutanasia son siempre un atentado grave contra el quinto mandamiento de la ley de Dios" y por lo tanto "un cristiano no puede nunca darle su apoyo", subrayó.
En ese sentido, continuó, "todo ciudadano tiene en sus manos impedir que el aborto y la eutanasia sean consagrados en la misma Constitución de nuestra Patria".
"Dar su voto a un texto que consagra directamente como un derecho el aborto y la eutanasia es cooperar al mal moral y ayudar a su difusión", alertó.
¿Hay aspectos positivos que permitirían votar "Apruebo"?
Ante la duda, el Prelado chileno explica que "hay elementos esenciales de ética cristiana que no pueden ser vulnerados voluntariamente a cambio de afirmar otros valores, por positivos que estos se consideren".
"Un principio fundamental para dilucidar esta posible duda es aquel que señala que no es lícito colaborar en algo objetivamente malo para obtener un bien; es decir, el fin no justifica los medios", recordó.
En ese sentido "el aborto y la eutanasia no pueden ser transados o intercambiados por otros bienes, incluso objetivos, que pueden estar contenidos en el proyecto de nueva Constitución".
Dios "tomará cuenta al final de nuestros días"
"Llegan en la vida de los cristianos momentos en que el testimonio y la coherencia pueden adquirir una exigencia heroica, cuyas consecuencias puede traernos males y críticas, pero que, ante los ojos de Dios, son motivo de alabanza, alegría y fidelidad", dijo el Prelado chileno al final de su carta pastoral.
"Pidamos al Señor y a Nuestra Madre del Carmen tener el coraje y la sabiduría para defender las verdades esenciales sobre la dignidad de la persona humana", continuó Mons. González.
"Dios –concluyó el Prelado– es el único testigo íntimo de nuestras decisiones y Él mismo nos tomará cuenta de ellas al final de nuestros días".