Un día como hoy hace 80 años, el 24 de agosto de 1942, los nazis decapitaron en Polonia a cinco jóvenes salesianos, que años después serían beatificados por un compatriota suyo, el Papa San Juan Pablo II.
La Conferencia Episcopal de Polonia recuerda en su cuenta de Twitter que Czeslaw Jozwiak, Edward Kazmierski, Edward Klinik, Franciszek Kesy y Jarogniew Wojciechowski "fueron guillotinados por los alemanes en 1942 porque eran líderes de la juventud católica".
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El sitio web de los salesianos explica que luego de la invasión nazi en Polonia, la casa salesiana de la ciudad de Poznan fue convertida en un almacén, por lo cual los jóvenes debieron reunirse, a veces en secreto, en otros lugares.
Los cinco jóvenes fueron arrestados en septiembre de 1940, acusados de pertenecer a una organización ilegal. Fueron interrogados y torturados. Tras ser enviados a diversas prisiones, volvieron a Poznan donde finalmente fueron acusados de traición y fueron condenados a muerte.
Soportaron el cautiverio rezando novenas a Don Bosco, fundador de los salesianos, y a María Auxiliadora. Trataron de mantenerse en contacto con sus familias, a quienes pedían y aseguraban sus oraciones.
Ceslaw Józwiak nació el 7 de septiembre de 1919. Estaba por cumplir 23 años cuando fue asesinado.
El sitio web de los salesianos recuerda que "era un poco irascible, pero espontáneo, lleno de energía, maestro de sí mismo, listo para el sacrificio y coherente".
Un compañero suyo escribió de él que "era de buen carácter y de buen corazón, tenía un alma como un cristal. Me habló de una preocupación: nunca mancharse con impureza".
Edward Kazmierski nació el 1 de octubre de 1919. Tenía 22 años cuando fue martirizado.
En el oratorio de Don Bosco se dedicó a la música. "Durante su encarcelamiento mostró un gran amor por los compañeros mayores. Estaba libre de cualquier sentimiento de odio hacia los perseguidores".
Edward Klinik nació el 21 de junio de 1919. También tenía 22 años al momento del martirio a manos de los nazis.
Aunque era tímido, el oratorio salesiano lo ayudó a ser más desenvuelto. "Fue un alumno sistemático, responsable. Se distinguió porque estaba muy ocupado en todos los campos de actividad y parecía ser el más serio y profundo" del grupo.
Franciszek Kesy nació en Berlín (Alemania) el 13 de noviembre de 1920. Su familia se mudó a Poznan por el trabajo de su papá. Tenía 21 años cuando fue asesinado por los nazis.
Según el sitio web de los salesianos, era un joven "sensible, pero al mismo tiempo alegre, tranquilo, agradable y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Casi todos los días recibía la Comunión", y en la tarde rezaba el Rosario.
"Prometí vivir de manera diferente, como Don Bosco recomendó, vivir para complacer al Señor y a su Madre, María Santísima. Ruego al buen Dios que todas estas tribulaciones y tristezas me toquen y no a ustedes", escribió el joven.
Jarogniew Wojciechowski nació el 5 de noviembre de 1922. También tenía 21 años.
"Era meditativo y tendía a profundizar la visión de las cosas para comprender los acontecimientos. Fue un animador en el mejor sentido de la palabra. Se destacó por su buen humor, compromiso y testimonio", indican los salesianos.
Beatificación
"Su fe nunca vaciló. Fueron testigos creíbles hasta el final", recuerda el sitio web.
El Papa San Juan Pablo II los beatificó el 12 de junio de 1999 en Varsovia, en una ceremonia que elevó a los altares a 108 mártires en total.
El Papa polaco dijo en aquella oportunidad que "los beatos mártires nos dicen en nuestro corazón: Creed que Dios es amor. Creedlo en el bien y en el mal. Tened esperanza".
"Que la esperanza produzca como fruto en vosotros la fidelidad a Dios en cualquier prueba".