El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, se reunió durante la mañana del 19 de agosto con el Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, secuestrado por la dictadura de Daniel Ortega durante la madrugada.
En un comunicado difundido esta tarde, la Arquidiócesis de Managua señaló que la "condición física" de Mons. Álvarez "está desmejorada", pero "su ánimo y espíritu están fuertes".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
+++ COMUNICADO: Su Eminencia Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo Metropolitano de Managua y el Clero Arquidiocesano reiteran su solidaridad y cercanía con Su Excelencia Monseñor Rolando Álvarez y la hermana diócesis de Matagalpa.
- Arquidiócesismanagua (@arquimanagua) August 19, 2022
Descargar en PDF: https://t.co/LQdv8cZXTq pic.twitter.com/cCuaJEtVjn
La Policía Nacional, al servicio de la dictadura de Ortega, mantuvo cercado dentro de la casa episcopal de Matagalpa a Mons. Álvarez desde el 4 de agosto, sin permitir el acceso de alimentos ni medicamentos.
Junto al Obispo de Matagalpa fueron retenidos un grupo de sacerdotes, seminaristas y laicos.
La madrugada de este 19 de agosto, pasadas las 3:00 a.m. (hora local), los policías irrumpieron en la casa episcopal y se llevaron al Prelado y a los sacerdotes y seminaristas que permanecían junto a él, así como a un laico.
En un comunicado publicado algunas horas después, la Policía Nacional reveló que el Prelado fue llevado a Managua, a casi tres horas en auto de Matagalpa, donde permanece bajo "resguardo domiciliar". Los sacerdotes, seminaristas y el laico que lo acompañaban fueron trasladados a la "Dirección de Auxilio Judicial", un reclusorio conocido como un lugar de torturas para opositores de la dictadura, conocido también como "El Chipote".
En su mensaje de esta tarde, la Arquidiócesis de Managua expresó "su solidaridad y cercanía con la hermana diócesis de Matagalpa, ante el acontecimiento triste vivido la madrugada de hoy".
"El Señor Arzobispo Cardenal Leopoldo Brenes, tuvo la oportunidad de visitar y conversar
con Mons. Álvarez en su residencia familiar, patentizando su estima fraterna en nombre de
nuestra iglesia nicaragüense", señaló la Arquidiócesis.
"Monseñor Álvarez le ha manifestado su confianza en la oración de todos ante esta difícil situación que vivimos en comunión eclesial", añadió.
La Arquidiócesis de Managua destacó que "la oración es la fuerza del cristiano", por lo que "invitamos a continuar implorando a Cristo que interceda y vele por éste su pequeño rebaño".
"Esperamos que la razón, así como el entendimiento respetuoso, abran camino a la solución de esta crítica y compleja situación para todos", concluyó.
Más de 190 ataques contra la Iglesia Católica
Desde 2018 se han registrado más de 190 ataques contra la Iglesia Católica, sus obispos, sacerdotes, fieles y templos, bajo la sombra de la dictadura de Daniel Ortega.
Ortega ha insultado repetidamente a los obispos y sacerdotes católicos, llamándolos "demonios de sotana", "terroristas", "golpistas" y "sotanudos católicos"
En marzo de este año, la dictadura expulsó al Nuncio Apostólico en Nicaragua, Mons. Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag. La decisión fue recibida con "sorpresa y dolor" por el Vaticano.
A inicios de julio, las Misioneras de la Caridad, fundadas por Santa Teresa de Calcuta, y dedicadas a la atención de los más pobres y enfermos, fueron expulsadas definitivamente del país.
Además, el régimen ha cerrado a la fuerza televisoras y radios católicas en el país.
En las últimas semanas, usando a la policía, la dictadura de Ortega ha acosado a diversos sacerdotes en Nicaragua, especialmente en la Diócesis de Matagalpa y la Diócesis de Siuna. En esta última, el domingo 14 de agosto fue arrestado, sin razón conocida, el P. Oscar Benavidez.
"Hay dos salidas" para el Obispo secuestrado
En diálogo con ACI Prensa este 19 de agosto, la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, dijo que para el Obispo secuestrado "hay dos salidas", que son "el destierro o la cárcel".
Sin embargo, dijo, Mons. Rolando Álvarez "no tolerará jamás" la alternativa de abandonar Nicaragua, "y menos al enterarse que el resto de sacerdotes y seminaristas fueron enviados a la cárcel de torturas conocida como El Chipote".