Fray Nelson Medina, sacerdote dominico colombiano conocido por su apostolado en redes sociales, envió un mensaje de aliento al Obispo de Matagalpa (Nicaragua), Mons. Rolando Álvarez, retenido por la dictadura de Daniel Ortega desde el pasado 4 de agosto.
"La hostilidad y el odio del mundo pueden llegar a los extremos de la cárcel, de la persecución, de la tortura, de la muerte. Es bueno recordarlo porque tenemos a nuestro alrededor testigos que están sufriendo por el Evangelio", dijo el también doctor en Teología Fundamental en un video que publicó en Facebook el 14 de agosto.
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"Quiero saludar a monseñor Rolando, en Nicaragua. Sí, ese obispo al que ustedes han visto arrodillado en calle, con las manos levantadas al cielo" a quien "los poderes de esta tierra, y concretamente los poderes en Nicaragua" mantienen "prisionero".
Fray Nelson alentó a Mons. Álvarez a que recuerde que, pese a todo, "al final la victoria es de Dios y esto es lo que le auguramos a monseñor Rolando y a todos los que son fieles a Cristo en Nicaragua y en cualquier otra parte".
"La victoria es de Dios, y aún en el caso de aquellos que han tenido que entregar su sangre, tenemos que repetir 'la victoria es de Dios', porque así es", resaltó Fray Nelson.
"Porque es el Señor el que hace su obra y porque Él no entrega su gloria a nadie", destacó.
Para concluir, Fray Nelson dijo que "la alabanza y el poder para Cristo Jesús, y desde aquí, desde el fondo de mi corazón: ¡Viva Cristo Rey! Amén".
La persecución de la dictadura de Ortega contra la Iglesia en Nicaragua
El domingo 14 de agosto tres sacerdotes fueron atacados por la policía en Nicaragua.
Dos de ellos fueron impedidos de asistir a la Catedral de Matagalpa para recibir la imagen de la Virgen de Fátima que enviaron desde Managua el sábado.
Y un tercer sacerdote, el P. Oscar Benavidez, fue detenido en su parroquia y llevado por la policía a un lugar aún no determinado.
Estas prohibiciones agudizan la crisis en Matagalpa, donde la policía mantiene retenido al Obispo Rolando Álvarez desde el 4 de agosto.
El Prelado está impedido de salir de la sede del Obispado junto a cinco sacerdotes, dos seminaristas y tres laicos.
La casa se encuentra rodeada por policías y es sobrevolada con drones.