Los obispos de Costa Rica emitieron un comunicado, al finalizar su 124 Asamblea Ordinaria, en el que denunciaron que el desempleo afecta la paz social y la de las familias.
"Hacia la consolidación de la paz social en nuestro país, requerimos también bajar las cifras de pobreza, la cual afecta a más de un millón de personas. Sin la posibilidad de que nuestras familias puedan tener trabajo o alimento en sus mesas, no podemos tener paz social" señalan en el texto.
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El encuentro de los obispos se llevó a cabo del 8 al 11 de agosto para reflexionar sobre la realidad del país. Ante la gran cantidad de desempleados, resaltaron la necesidad de "encontrar caminos que permitan facilitar oportunidades de empleo digno, pues también sabemos que una gran cantidad de personas viven el empleo informal o el subempleo".
Más adelante, el episcopado también se pronunció sobre la pobreza, desigualdad y corrupción en Costa Rica, que afectan la paz social y familiar y crean "la sensación de que la ley y la justicia no se aplican de igual manera a unos y a otros".
"Esto provoca frustración y enojo que luego aflora de muchas maneras", describieron.
Por ello exhortaron a que el país se reafirme en los valores de solidaridad, bien común y estado social de derecho, "en el que nadie sea excluido o tratado de manera diferente por su etnia, posición social, credo religioso o cualquier otra condición".
Solidaridad con la perseguida Iglesia de Nicaragua
En el comunicado, los obispos de Costa Rica también se solidarizaron con la perseguida Iglesia de Nicaragua, que por estos días sufre con el arresto domiciliario del Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, quien junto a un grupo de sacerdotes y seminaristas no puede salir de la casa cural por impedimento de la policía y por orden del dictador Ortega.
"Lamentamos la persecución que se levanta contra aquellos que profesan su fe en algunas naciones del mundo, especialmente de nuestro Continente, de manera particular en Centroamérica y muy específicamente en Nicaragua, con cuya Iglesia hermana nos identificamos", expresan los prelados.
"Nos solidarizamos con ellos y oramos para que el Señor de la paz se haga presente y pueda reinar la fraternidad y la armonía para todos", puntualizan.
En este contexto, recordaron la visita que el Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Mons. Paul Richard Gallagher, hiciera a la nación en junio de este año, para animarlos a "vivir una laicidad positiva".
En aquella ocasión el representante de la Santa Sede explicó que "relegar la vida de fe al ámbito privado implica una fuerte restricción a la libertad de pensamiento, conciencia y religión de los creyentes".