Las fuerzas de seguridad de Nigeria arrestaron a los presuntos autores de la masacre de al menos 40 fieles católicos perpetrada el Domingo de Pentecostés en la iglesia de San Francisco Javier, estado de Ondo.
El Jefe del Estado Mayor de Defensa de Nigeria, el general Leo Irabor, dijo a la prensa local que han "arrestado a los que están detrás del acto cobarde", según indica el diario Daily Trust de Abuja.
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El general nigeriano dijo que las investigaciones aún están en curso y que "a su debido tiempo, el mundo los verá a ellos y a otros que están detrás de otros osados ataques en el país".
Según la agencia vaticana Fides, el 9 de agosto fueron detenidos "dos presuntos responsables" identificados como Al-Qasim Idris y Abdulhaleem Idris.
Días antes, el 1 de agosto, el ejército nigeriano anunció el arresto de otras cuatro personas acusadas de la masacre, luego de una operación conjunta de fuerzas militares y los servicios secretos.
Fides señala que este operativo se desarrolló en el poblado de Eika, estado de Kogi. Entre los arrestados se encuentran Idris Abdulmalik Omeiza, Momoh Otohu Abubakar, Aliyu Yusuf Itopa y Auwal Ishaq Onimisi.
"Queríamos presentar a los sospechosos al público de inmediato, pero no pudimos porque algunas investigaciones aún están en curso", explicó el general Irabor.
Según las autoridades, la masacre en la iglesia en Ondo también fue obra del Estado Islámico Provincia de África Occidental (Iswap).
Arakunrin Akeredolu, gobernador del estado de Ondo, dijo que también fue arrestada una persona que había brindado alojamiento a los sospechosos antes del ataque, añade Fides.
El 5 de junio al menos 40 personas fueron asesinadas y más de 80 quedaron heridas tras el atentado.
Nigeria vive desde hace varios años una situación de inseguridad que no cesa. La situación se ha complicado aún más por la participación de los pastores fulani.
Al menos 4650 cristianos nigerianos fueron asesinados por su fe en 2021 y casi 900 en los primeros tres meses de 2022.
Nigeria está clasificado como el séptimo peor país del mundo para ser cristiano, según la ONG Open Doors. Algunas organizaciones humanitarias y expertos incluso señalan que la persecución de cristianos en la nación más poblada de África constituye un genocidio.