Desde el Vaticano, el Cardenal chileno Jorge Medina, aseguró a la prensa nacional que distribuir un fármaco como la píldora del día siguiente, con un reconocido efecto abortivo, es un “crimen abominable”.
El Purpurado declaró a Terra.cl que "si el gobierno autoriza el expendio de un producto que es abortivo, favorece a una cosa que es contraria a la doctrina de la Iglesia. Y no sólo eso, sino que a lo que yo estimo que es la moral”.
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Según el Cardenal Medina, los resultados de una encuesta según la cual el 86 por ciento de los chilenos está de acuerdo con el uso de la píldora del día después en caso de violación, revelan que en el país no hay formación valórica en temas de sexualidad y reproducción.
La entrega de la píldora del día después, precisó, es un “crimen abominable” y resulta contradictorio que en Chile se eliminara la pena de muerte por una Ley discutida en el Congreso, “pero por una decisión administrativa que no ha sido discutida allí se decide algo para todas las criaturas que están dentro de la madre, con culpa o sin culpa de ellas. No hay que ser ingenuo y pensar que las píldoras serán usadas para las chiquillas que han sido violadas”.
El Purpurado explicó que “todo lo que se ha conversado con personas estudiosas del ámbito científico, indica que la píldora es abortiva, porque la vida del ser humano comienza no en el momento de la implantación en el útero, sino en el de la fecundación”.
“Cuando el óvulo fecundado llega al útero ya es una persona humana. Si en el útero no puede nidificar, se está perdiendo una vida humana. Y si ésta se pierde, estamos frente a un aborto”, indicó.
En los casos de violación, el Purpurado explicó que si resultan en un embarazo “la muchacha no es dueña de esa vida. La vida de esa pequeña criatura, no le pertenece a ella sino a Dios. Ella tendrá que recibirlo con amor de madre. Yo en mi vida de sacerdote más de una vez he visto a una muchacha que quedó embarazada contra su voluntad, entregando un cariño maternal enorme a ese hijo, que en un momento dado estuvieron tentada a no recibir y que gracias a Dios recibieron”.
Además, precisó que la defensa de los no nacidos es válida para “cualquiera que entienda la naturaleza humana” y no solo para los católicos. “Si hay quienes no están convencidos, uno tendrá que hacer todos los esfuerzos posibles para explicarles el por qué de la posición de la Iglesia. No porque la cosa que le conviene a la Iglesia, sino porque es algo que pertenece al patrimonio simplemente de la humanidad”, precisó.