La Guardia Suiza Pontificia incorporó a un recluta de origen filipino.
Se trata de Sebastián Esai Eco Eviota, a quien la prensa filipina calificó como un "pura sangre filipino".
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Sebastián creció en la ciudad filipina de Davao y participó activamente en varios ministerios de la Iglesia.
En 2009 se fue a vivir a Suiza, donde comenzó a participar activamente en el movimiento "Youths for Christ (YFC) Europe" y fue también miembro del consejo de la comunidad católica romana de habla inglesa en Berna.
Antes de incorporarse a la Guardia Suiza Pontificia, Sebastián Esai Eco Eviota fue subteniente del Ejército suizo tras dos años de formación básica y sirvió en el 13º Batallón de Infantería.
Por su parte, el rector del Pontificio Colegio Filipino en Roma, el P. Gregory Ramon Gaston, expresó su alegría por el nombramiento y dijo que es "inspirador que un compatriota filipino participe en una organización de renombre en el extranjero que es una forma de servicio a la Iglesia Católica".
"Nos alegra ver a los hijos de filipinos incorporados a la Iglesia y a la sociedad en el extranjero", señaló el P. Gaston.
Asimismo, el sacerdote filipino destacó que Filipinas es el tercer país con el mayor número de católicos bautizados, con más de 80 millones, y recordó que este país está celebrando los primeros 500 años de cristianismo en Filipinas.
Sebastián Esai Eco Eviota es el segundo filipino en formar parte de la Guardia Suiza Pontificia después del suizo-filipino Vincent Lüthi que realizó su juramento en el Vaticano en octubre de 2020.
Guardia Suiza
La Guardia Suiza Pontificia fue establecida por el Papa Julio II en 1506 para su protección personal. El "bautismo de fuego" de los protectores del Pontífice se realizó el 6 de mayo de 1527 durante el saqueo de Roma.
Durante el saqueo de Roma 147 de los 189 guardias murieron luchando contra las tropas del Emperador Carlos V para permitir al Papa Clemente escapar, escoltado por los guardias suizos restantes.
En memoria de ese día, los guardias juran todos los años defender al Santo Padre hasta dar su propia vida.
Este ejército, conformado por más de 100 soldados, tiene la responsabilidad de velar por la seguridad del Papa, acompañarlo en sus viajes y proteger al Colegio Cardenalicio cuando la Sede Apostólica está vacante. También controlan las entradas en el Vaticano y están encargados de algunos servicios de honor en audiencias, recepciones y Misas.
Los candidatos para ingresar a la Guardia Suiza deben ser varones católicos de nacionalidad suiza, que tengan entre 19 y 30 años de edad y midan al menos 1,74 m de estatura.
Los guardias pueden casarse mientras están en servicio, y algunos de ellos viven en casas familiares con sus esposas e hijos.
Remodelación del cuartel
Actualmente existe un proyecto de remodelación del cuartel de la Guardia Suiza uno de los objetivos principales del proyecto será "ofrecer más apartamentos para guardias casados. El cuartel tendrá 25 apartamentos para familias", dijo el presidente de la fundación benéfica que financia el nuevo edificio de la Guardia Suiza, Jean-Pierre Roth, a CNA (Agencia en inglés del Grupo ACI).
La renovación, que ha estado en las etapas de planificación desde 2016, aún no tiene una fecha de inicio, aunque algunos informes han citado como posible fecha el año 2023, y se espera que la construcción lleve varios años de trabajo.
Según la fundación, los nuevos cuarteles también son necesarios para adaptarse al crecimiento, ya que la Guardia Suiza se expandió de 110 a 135 reclutas hace varios años.
Además, el cuartel de la guardia solo ha tenido cambios menores desde su construcción a principios del siglo XIX, lo que ha generado altos costos de mantenimiento y la necesidad de reparaciones y actualizaciones importantes.