Las agencias humanitarias católicas Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y Cáritas Líbano recordaron que este 4 de agosto se cumplen dos años de la trágica explosión en el puerto de Beirut que dejó más de 200 muertos, miles de heridos y destruyó grandes zonas de la capital.
"Hoy se cumplen dos años desde la explosión de Beirut. El dolor permanece pero el amor de Dios sanará y nos librará de la oscuridad", indicó Cáritas Líbano en su cuenta de Twitter este 4 de agosto.
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Today marks two years since the Beirut blast, we share with you a prayer from Caritas Lebanon President Father Michel Abboud to all people in Lebanon!
- Caritas Lebanon (@Caritaslb) August 4, 2022
The pain remains but the love of God will heal and deliver us from the darkness. pic.twitter.com/YtJ3hG8rN9
La fundación pontificia ACN, por su parte, publicó un video que brinda detalles sobre su constante trabajo solidario en Beirut, la capital del Líbano.
Hasta la fecha, ACN informó que ha apoyado 67 proyectos humanitarios, entre ellos 19 proyectos de reconstrucción, 23 de ayuda de emergencia para familias y 12 para subsidiar a sacerdotes y religiosas.
El Líbano atraviesa actualmente la peor crisis económica en 150 años, marcada por apagones, inflación desbordada y por la pobreza y escasez de alimentos que afecta a unas 3 millones de personas.
"Por primera vez desde la Primera Guerra Mundial, los #libaneses están sufriendo una grave #hambruna. La gente clama por #ayuda como nunca en la historia del #Libano", escribió la Madre Magury Adabashy el 20 de junio https://t.co/w4fFUc8zF4
- ACN International (@acn_int_es) August 4, 2022
"Por primera vez desde la Primera Guerra Mundial, el pueblo libanés está experimentando un hambre severa. Muchos de los principales hospitales del país han anunciado su cierre inminente, lo que pone en peligro la vida de muchos pacientes", escribió la Madre Magury Adabashy, en junio de 2022, en un texto compartido por ACN.
La religiosa agregó que "la leche infantil se vende en el mercado negro a precios desorbitados; los salarios de la mayoría de los padres ya no son suficientes para proporcionar alimentos a la familia; y que la gente pide ayuda a gritos más que nunca en la historia del Líbano".
La explosión del puerto fue la última de una serie de tragedias que azotaron al Líbano. Dos años atrás, una crisis financiera había hecho desplomar la libra libanesa, perdiendo veinte veces su valor en relación con el dólar. Todo esto se vio agravado por la pandemia del COVID-19.
El último 3 de agosto, el Papa Francisco recordó el segundo aniversario de la explosión en Beirut y alentó a la comunidad internacional a seguir ayudando a este país.
"Espero que el Líbano, con la ayuda de la comunidad internacional, continúe por el camino del 'renacimiento', manteniéndose fiel a su vocación de ser una tierra de paz y pluralismo, donde las comunidades de diferentes religiones puedan vivir en fraternidad", dijo.