El Papa Francisco aseguró que el tradicionalismo es "la vida muerta" de los creyentes, en el diálogo que sostuvo con los jesuitas de Canadá el 29 de julio, en el marco de su viaje al país norteamericano.

Así lo indicó el Santo Padre según informa la revista jesuita La Civiltà Cattolica, que este jueves publicó el texto completo del diálogo entre 15 jesuitas y el Papa Francisco realizado en la sede del Arzobispado de Québec.

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A una pregunta sobre las modificaciones de las normas de la Iglesia para responder a los abusos sexuales, el Papa Francisco dijo que "se comprobó que había que hacer cambios, y se hicieron. La ley no se puede conservar en el frigorífico. La ley acompaña a la vida y la vida continúa. Como la moral: se va perfeccionando".

Antes, recordó, "la esclavitud era legal, ahora ya no lo es. La Iglesia dice hoy que incluso la posesión de armas atómicas es inmoral, no solo su uso".

El Papa Francisco indicó luego que "la visión de la doctrina de la Iglesia como un monolito que hay que defender sin matices es errónea. Por eso es importante respetar la tradición, la auténtica tradición. Alguien dijo una vez que la tradición es la memoria viva de los creyentes".

"El tradicionalismo, en cambio, es la vida muerta de nuestros creyentes. La tradición es la vida de los que nos han precedido y eso continúa. El tradicionalismo es su memoria muerta. De la raíz al fruto, en definitiva: ese es el camino".

El Santo Padre dijo luego que es necesario entonces "tomar el origen como referencia, no una experiencia histórica concreta tomada como modelo perpetuo, como si hubiera que detenerse en ella".

"'Ayer se hizo así' se convierte en «siempre se ha hecho así». ¡Pero esto es paganismo de pensamiento! Y lo que dije también se aplica a los asuntos legales, al derecho", resaltó el Papa Francisco.