Hoy 10 de junio se cumplen 95 años de la muerte de Antoni Gaudí, el arquitecto que proyectó la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona (España); y su vida está siendo estudiada para saber si vivió las virtudes cristianas en grado heroico para ser declarado venerable, uno de los primeros pasos para una probable canonización.
Antoni Gaudí falleció el 10 de junio de 1926 a los 73 años de edad. Tres días antes fue atropellado por un tranvía cuando se dirigía al oratorio de San Felipe Neri a rezar, tras finalizar su trabajo en la Sagrada Familia.
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Por su apariencia de mendigo, nadie acudió a socorrerle luego del impacto. De hecho, hasta cuatro taxis se negaron a transportarlo al hospital. Hasta que un guardia civil impuso su autoridad y obligó a un coche a llevarlo a un sanatorio cercano, según detalla el diario La Vanguardia.
En sus bolsillos Antoni Gaudí no llevaba documentación, tan sólo un libro con los Evangelios, un rosario, un pañuelo y la pequeña llave de su escritorio.
Debido a la gravedad de las heridas, los médicos decidieron trasladar a Antonio Gaudí al Hospital de la Santa Creu. Sin embargo, ya nada se podía hacer y falleció el 10 de junio de 1926.
Tras su muerte, el féretro recorrió gran parte de la ciudad y miles de personas acudieron a mostrarle sus respetos. Su fama era tan grande que las autoridades prohibieron el envío de coronas, pero la gente arrojó flores al paso del ataúd.
Antoni Gaudí fue enterrado en el primer nicho de la cripta del templo de la Sagrada Familia, en la capilla del Carmen.
Este impresionante entierro mostró cómo el arquitecto era querido y respetado por sus conciudadanos. Había dedicado sus últimos 40 años de vida a la construcción de la Sagrada Familia, también conocida como "la catedral de los pobres", porque desde el inicio su construcción siempre ha dependido de los donativos.
La Vanguardia recordó que Gaudí dijo: "El templo expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo".
Causa de beatificación
La Asociación Pro beatificación de Antoni Gaudí pidió en el año 1992 al Arzobispado de Barcelona la autorización para difundir su devoción privada. Desde entonces ha recibido testimonios de numerosos favores atribuidos a la intercesión de este arquitecto, sin embargo, ninguno ha sido reconocido como milagro.
La Congregación para las Causas de los Santos estudia desde hace dos años si Gaudí vivió las virtudes cristianas en modo heroico, de ser así, tras el visto bueno del Papa Francisco, podría ser declarado venerable.