El Beato Padre Miguel Agustín Pro es uno de los mártires más recordados de la persecución que sufrió la Iglesia Católica a inicios del siglo XX a manos del gobierno mexicano. Pero, ¿por qué aún no ha sido proclamado santo?
Entrevistado por ACI Prensa, el sacerdote jesuita Gonzalo Rosas, vicepostulador de la causa de canonización del Padre Pro y párroco de la Sagrada Familia en Ciudad de México, explica que "hace falta encontrar un milagro" para lograr la canonización del beato mexicano.
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Aunque han estado "a punto de encontrarlo", indica el P. Rosas, "seguimos buscando" el milagro que pueda lograr la proclamación de santo para el Padre Miguel Agustín Pro.
"Nos ayudará mucho que las personas que saben de él y lo conocen le pidan un milagro. Y si lo obtienen, que nos avisen aquí, a la parroquia de la Sagrada Familia, en el Museo del Padre Pro", expresa.
El sacerdote jesuita explica que han enviado un informe al Vaticano, destacando que "por fama de santidad debería ya ser canonizado".
El P. Rosas señala que el Padre Pro tiene una gran "devoción internacional", con devotos que llegan a la Parroquia y Museo que conserva sus restos, desde países como China, Corea del Sur, Irlanda, España y Estados Unidos.
"En seminarios de Estados Unidos, los seminaristas lo tienen como patrón", destaca, recordando que "yo he ido a entregar reliquias de primer grado que se entronizan en las casas, en las capillas de los seminarios".
"En Estados Unidos han ido estableciendo muchas parroquias que llevan como nombre Miguel Agustín Pro, y es Beato apenas".
Sin embargo, indica, la respuesta que han recibido es que el Padre Miguel Pro "tiene que hacer un milagro", así que "estamos buscando".
¿Quién era el Padre Pro?
El Beato Padre Miguel Agustín Pro nació en Guadalupe, en el estado mexicano de Zacatecas, el 13 de enero de 1891.
Desde joven sintió el llamado de Dios, y a los 20 años fue aceptado como seminarista. La hostilidad que se vivía en México contra la Iglesia Católica retrasó sus estudios, pero a los 34 años, en 1925, fue ordenado sacerdote en España.
A su regreso a México, la persecución religiosa estaba a punto de desencadenar la Guerra Cristera, en que laicos católicos se levantaron espontáneamente en armas contra el gobierno mexicano.
El entonces presidente Plutarco Elías Calles reprimía salvajemente el culto, y detenía, torturaba y ejecutaba a laicos y sacerdotes.
El Padre Pro no empuñó las armas, pero su perseverancia en vivir la fe católica llevó a que las autoridades lo arrestaran junto a su hermano Humberto y otros fieles, acusados de conspirar contra el gobierno.
Sin juicio previo, al Padre Pro lo condenaron a ser fusilado el 23 de noviembre de 1927. Antes de morir, con los brazos extendidos formando una cruz, gritó "¡Viva Cristo Rey!".
El Papa San Juan Pablo II beatificó al Padre Pro el 25 de septiembre de 1988, y su fiesta litúrgica se celebra cada año el 23 de noviembre.
Para pedir la intercesión del Beato Padre Miguel Agustín Pro, puede rezar esta oración.
Para comunicarse con el Museo del Padre Pro puede escribir a padre.pro@hotmail.com.
Colaboró con este artículo Ana Paula Morales.