Una multitud de católicos del Arzobispado de Santiago de Cuba salió en procesión para honrar y celebrar la memoria de su santo patrono, Santiago Apóstol, cuya fiesta litúrgica se celebró el 25 de julio.
El Arzobispado de Santiago de Cuba señaló en su sitio web que el lunes 25 de julio se celebró la Santa Misa y tradicional procesión en honor a Santiago Apóstol, santo patrono de Santiago de Cuba, y además se conmemoró los 507 años de fundación de la ciudad.
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La ciudad de Santiago de Cuba fue fundada en 1515, y puesta bajo el patrocinio del Apóstol Santiago, el discípulo de Cristo que afirmó que "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres", indicó el arzobispado.
La Eucaristía se realizó en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción y fue presidida por el Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez, que fue acompañado por casi todo el clero. Un gran número de "adolescentes de varias parroquias de la ciudad" participaron en la organización de la Misa, indicó el Arzobispado.
En su homilía, Mons. García recordó cuando los españoles fundaron la ciudad y la pusieron bajo el patronazgo de Santiago Apóstol; y pidió a los fieles quedarse "con el deseo bueno" de los fundadores.
"Ellos vinieron con dos afanes: el afán de riqueza, y de poder; pero también el de transmitir la fe", dijo. "Que ese afán de poder desaparezca en nosotros, y que lo que nos quede sea el afán de la justicia, del bien, de la fidelidad, del amor a Dios, de ser testigos de Cristo en medio de las dificultades", agregó.
Además, el Prelado recordó el ejemplo de Santiago Apóstol y pidió a los católicos cubanos imitar "su fuerza y decisión" para evangelizar y llevar esperanza al Arzobispado y toda la isla de Cuba, en especial durante los tiempos difíciles.
"En medio de las dificultades tenemos que dar esperanza, y la esperanza solamente se consigue, no en promesas humanas que ustedes saben bien que pueden lograrse o pueden no lograrse, sino en Cristo Jesús", señaló.
Jesucristo "estará con nosotros y nos va guiando en medio de las alegrías y las turbulencias. Nos va guiando a su encuentro", agregó. Si todos los cubanos siguieran el ejemplo del santo, la ciudad "sería un lugar hermoso en justicia, en caridad, en paz".
En ese sentido, Mons. García animó a rezar por el pueblo cubano, "para ser cada día más fieles", y de forma especial por sus autoridades políticas.
"Tenemos que pedir por nuestra ciudad, por las autoridades para que procuren siempre el bien de los ciudadanos, respetando sus derechos, su libertad y sus ansias de progresar, su trabajo, que sus decisiones sean justas para buscar el bien de todos los ciudadanos", dijo.
Luego de la Misa, los católicos tomaron la imagen de Santiago Apóstol que está en la Catedral y la llevaron en procesión hasta el atrio del templo, desde donde el Prelado bendijo la ciudad de Santiago de Cuba.
Finalmente, el Arzobispado recordó el pasaje del Evangelio de San Mateo, donde Cristo anuncia a sus discípulos su Pasión, Muerte y Resurrección, les encarga evangelizar y les recuerda que para ser grandes en el cielo deben hacerse servidores del Reino.
"Santiago Apóstol, bendice a la ciudad y a sus hijos, haznos fieles seguidores del único Maestro siempre", concluyó el Arzobispado en su mensaje.
A mediados de julio, el P. Bladimir Navarro, que reside en España, dijo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que la situación en Cuba se ha agravado "muchísimo" después de las históricas protestas del 11 de julio de 2021 (11J).
El 11 de julio de 2021, cubanos de diferentes ciudades de la isla que salieron a protestar a las calles contra el régimen fueron encarcelados por expresar su opinión y denunciar la "miseria económica" y el miedo y represión de la libertad que sufren desde hace décadas.
En Cuba "si alzas la voz y dices la verdad, van contra ti, te difaman", dijo el P. Navarro. Además, señaló que muchos jóvenes, entre ellos menores de edad, que protestaron "están en la cárcel" y que las penas en varios casos superan los 10 años. "Ellos solo han pedido, 'queremos libertad, queremos vida; queremos vivir y no queremos sobrevivir'", recordó.
El 17 de julio, Mons. García pidió a la Virgen María que mueva los corazones de los responsables de los cubanos encarcelados, para que puedan salir en libertad.