Este 20 de julio, día de la Independencia de Colombia, el Arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, Mons. Luis José Rueda Aparicio elevó un especial clamor: "¡Colombia, no te olvides nunca de Dios!".
En la homilía de la Misa y Te Deum que presidió este 20 de julio en la Catedral Primada de Bogotá por los 212 años de independencia nacional, el Arzobispo se dirigió a las familias del país y les dijo: "Colombia no te olvides de Dios. Cuando nos olvidamos de Dios, cuando un país se olvida de Dios va a la ruina, se destruye".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Prelado recordó luego que "buscar a Dios es buscar la verdadera esperanza. Como dice Benedicto XVI, esta esperanza solo puede ser Dios que abraza el universo y que nos puede dar lo que nosotros por nosotros mismos no podemos alcanzar".
"Queridas familias, querida patria colombiana, para que hagamos realidad la ética de la reconciliación que triunfa sobre la guerra y la violencia, que defiende la vida y construye la paz, Colombia no te olvides nunca de Dios", subrayó.
El Arzobispo colombiano resaltó que son muchos los católicos bautizados quienes han sembrado las semillas del Reino de Dios en Colombia, y que incluso han llegado hasta el martirio, como el Obispo de Arauca, el Beato Jesús Jaramillo Monsalve y el Arzobispo de Cali, Mons. Isaías Duarte Cancino, "asesinado por la violencia narcotraficante de nuestro país".
La anticultura del odio y la ética de la reconciliación
Mons. Rueda explicó luego la necesidad del perdón y la reconciliación para superar el odio y la guerra.
"En medio de un conflicto armado y doloroso, prolongado, que pareciera no tener fin, en cuya raíz está la inequidad social, el narcotráfico, la corrupción y la anticultura del odio", indicó el Arzobispo.
"Sí, esa anticultura del odio que nos lleva a eliminarnos unos a otros y que ha dejado de luto a muchas familias de Colombia. Allí en medio de ese conflicto y de ese horror de la guerra, al cual no podemos acostumbrarnos, los miembros de la Iglesia han estado sembrando semillas del reino y entretejiendo con esperanzan una ética del perdón, de la reconciliación, de misericordia".
El Prelado destacó luego que "el Señor nos dice: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a quienes los maldicen, rueguen por aquellos que los difaman".
Haciendo esto, destacó, "lograremos renovar profundamente nuestra sociedad con la fuerza del Evangelio, con la presencia de Cristo".
"Hoy en Colombia, queridos hermanos y hermanos estamos llamados a construir una nueva ética, fundada e iluminada por el Evangelio de Cristo, la ética de la reconciliación para ir con la esperanza de Cristo por los caminos de Colombia", subrayó el Prelado.
Tras alentar a defender la vida "desde el vientre materno hasta la vida del anciano y del enfermo terminal", el Arzobispo de Bogotá rogó a la Virgen de Chiquinquirá, Patrona de Colombia, que reine la paz.
"Le pedimos a la Virgen de Chiquinquirá que en los hogares de Colombia no alimentemos la violencia, sino del Evangelio que es palabra de vida, que en la Eucaristía llevemos la fuerza para el camino en Colombia", exhortó.