El Cardenal Timothy Dolan y el Arzobispo William Lori, respectivamente jefe del Comité de Libertad Religiosa y jefe del Comité de Actividades Provida del Episcopado estadounidense, rechazaron la aprobación, en la Cámara de Representantes, de la ley del aborto "más extrema e injusta" en la historia de Estados Unidos.
El viernes 15 de julio, la Cámara de Representantes votó por 219 votos a 210 un proyecto de ley denominado "Ley de Protección de la Salud de las Mujeres" que, de ser aprobado por el Senado, impondría el aborto a pedido en todo el país en cualquier momento del embarazo.
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La norma acabaría con el permiso de los padres para que una menor se someta al aborto, derribaría el derecho a la objeción de conciencia de quienes no quieren practicar abortos, obligaría a los contribuyentes a financiar abortos, y forzaría a los empleadores a pagar seguros de salud que incluyan el aborto.
La Cámara de Representantes, actualmente con mayoría demócrata, aprobó este proyecto con miras a las elecciones de noviembre de este año.
En el Senado los demócratas están a diez votos de los 60 que necesitan para aprobar definitivamente el proyecto de ley. Con las cifras actuales difícilmente podrían superar la votación de los miembros del Partido Republicano.
"La mayoría en la Cámara de Representantes votó el viernes por la aprobación de la más extrema e injusta ley del aborto a pedido que nuestra nación ha visto alguna vez", indicaron los obispos estadounidenses en un comunicado este 18 de julio.
Para los prelados, "responder a las necesidades de las mujeres promoviendo el aborto a pedido con impuestos, como haría esta ley, es un grave mal y un fracaso en la necesidad de amar y servir a las mujeres".
El Cardenal Dolan y el Arzobispo Lori advirtieron también que "ofrecer abortos baratos, en vez de incrementar los recursos para mujeres necesitadas de cuidado para ellas y sus niños, no es una 'elección' sino coerción y abandono insensible".
Los obispos recordaron que "repetir el mantra de que el aborto es cuidado de la salud no lo convierte en eso, ya que acabar deliberadamente con la vida de los seres humanos más indefensos es la antítesis del cuidado de la salud".
Por ello imploraron "a quienes ven el aborto como una 'solución legítima' a las necesidades de las mujeres que abandonen este camino de muerte y desesperanza".
Los obispos animaron a sumarse a su campaña "Juntos con las Madres necesitadas", en las que se busca proteger "la vida humana y se acompaña esto con un gran cuidado de las madres y sus niños".
De ese modo, concluyeron, será posible hacer que las madres "no se vean forzadas a elegir entre su futuro y la vida de sus hijos".