Este domingo tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco aseguró que su viaje apostólico a Canadá la próxima semana será una "peregrinación penitencial" y que irá "en el nombre de Jesús para encontrar y abrazar a las poblaciones indígenas".
El Papa tiene previsto viajar a las ciudades canadienses de Edmonton, Quebec e Iqaluit del 24 al 29 de julio. Allí se reunirá con miembros de grupos indígenas canadienses, sobrevivientes de abusos en escuelas residenciales y católicos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"El próximo domingo, si Dios quiere, partiré para Canadá: por esto deseo dirigirme ahora a todos los habitantes de ese país. Queridos hermanos y hermanas de Canadá, como saben, iré entre ustedes sobre todo en el nombre de Jesús para encontrar y abrazar a las poblaciones indígenas", expresó el Santo Padre el 17 de julio.
El Papa Francisco reconoció que "lamentablemente, en Canadá, muchos cristianos, incluidos algunos miembros de institutos religiosos, han contribuido a las políticas de asimilación cultural que, en el pasado, han dañado gravemente, de diferentes maneras, a las comunidades nativas".
Recordó, además, que por ese motivo a inicios de abril de 2022 recibió en el Vaticano a algunos grupos representantes de los pueblos indígenas canadienses, "a los cuales manifesté mi dolor y mi solidaridad por el mal que han sufrido".
"Ahora estoy a punto de hacer una peregrinación penitencial, que espero, con la gracia de Dios, pueda contribuir al camino de sanación y reconciliación ya emprendido", agregó.
Finalmente agradeció saludó a todos los que están preparando el viaje y pidió oraciones.
"Les agradezco desde ahora por todo el trabajo preparatorio y la acogida que me reservan. ¡Gracias a todos! Y les pido por favor que me acompañen con la oración", concluyó.
Se espera que el Papa Francisco emita una disculpa en Canadá en nombre de la Iglesia Católica por los abusos cometidos contra los estudiantes indígenas en las escuelas residenciales dirigidas por católicos.
Los obispos canadienses dijeron el año pasado que recibirían la visita de Francisco como una "peregrinación de sanación y reconciliación".