La Nunciatura en España ha anunciado que el Papa Francisco ha designado a Mons. José María Gil Tamayo, actual Obispo de Ávila, como Arzobispo Coadjutor de Granada.
Según informa la Conferencia Episcopal Española (CEE), una vez que tome posesión de su nueva responsabilidad pastoral, Mons. Gil Tamayo quedará a la espera de que la sede quede vacante para ser nombrado de forma automática arzobispo.
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De forma previa, Mons. Gil Tamayo adquiere la condición de vicario general del Arzobispado.
De esta manera, el prelado de origen extremeño, que ha cumplido 65 años en 2022, relevará al frente de la Archidiócesis de Granada a Mons. Javier Martínez, que ha estado al frente de esta responsabilidad los últimos 19 años.
Mons. Gil Tamayo ha desempeñado, entre otras responsabilidades, las de director del Secretariado de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la CEE, director del Servicio de Información de la Iglesia católica en España y consultor del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales.
También fue adjunto para lengua española del portavoz de la Santa Sede durante el periodo de renuncia de Benedicto XVI, Sede Vacante, Cónclave y elección del Papa Francisco y secretario general de la CEE entre 2013 y 2018.
Desde marzo de 2020 es miembro de la Comisión Ejecutiva de la CEE.
Despedida de Mons. Martínez
En un mensaje dirigido a la feligresía, el Arzobispo de Granada explica que ha recibido la noticia con un sentimiento de "inmensa gratitud al Papa", también por sus enseñanzas.
En particular, Mons. Martínez agradece al Papa Francisco "haber tratado de articular la relación entre sobrenatural y natural, la relación entre el cristianismo y nuestra humanidad de una manera que respondiera más a las necesidades de nuestro tiempo".
Echando la vista atrás desde su llegada a Granada, el prelado asegura que su nombramiento lo entendió "como un desposorio" al tiempo que se disculpa por los fallos cometidos: "Dios mío, siento no haberla servido como ella se merece, tantas veces, todos los días. Y, sin embargo, renuevo mi amor por ella, hasta la vida eterna".
Respecto de la colaboración con su seguro sucesor, Mons. Martínez muestra su confianza en una perfecta sintonía:
"Yo estoy seguro que podremos colaborar juntos de la manera que el Señor ha dispuesto como verdaderos hermanos, como una sola persona, cada uno con su riqueza y con su singularidad y con sus cualidades propias, también con nuestros defectos propios. Los míos los conocéis. Los suyos son mucho más pequeños".