Según el docente de Economía de la Universidad Bocconi de Milán, Franco Bruni, la nueva Europa debería inspirarse en el humanismo impulsado por el movimiento monacal del medioevo y en el franciscanismo que la llenó de solidaridad en los siglos XIII y XIV.

En una disertación ofrecida en Brescia sobre las perspectivas económicas de la Europa ampliada, el profesor Bruni se refirió a la capacidad del continente de darse criterios nuevos para promover el desarrollo, asegurando que éstos tienen que ver con el principio de la fraternidad y han de llegar hasta las raíces económicas de Europa, firmemente entrelazadas con sus raíces religiosas.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Asimismo, el docente universitario llamó la atención sobre lo que fue el monaquismo en Europa y " el proyecto de humanismo que de él se ha derivado por la combinación de dos dimensiones, hasta entonces extrañas e inconciliables”.

Para Bruni, la otra fuente inspiradora debería ser “el movimiento franciscano, que aún cuando hizo de la pobreza su carisma propio, no ha dudado, por un acto de amor hacia aquellas personas que caían en las redes de los usureros, en hacer surgir los primeros bancos, los ‘Monti di Pietà’, prototipo del crédito solidario, de las finanzas éticas que tratan de corregir un sistema que olvida sus propias raíces”.

“Si bien es verdad que la economía de la modernidad nace en torno a los principios de la libertad y de la igualdad, es innegable que algo no ha funcionado", apuntó el docente quien dedujo que hay nostalgia de la gratuidad, del don, de las relaciones auténticas con los demás que los bienes no pueden sustituir.

fraternidad