El Cardenal Robert Sarah, Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, afirmó que la gente acude a un sacerdote porque busca a Dios y no por salvar el planeta.
"Vamos a ver a un sacerdote porque buscamos a Dios, no porque queramos salvar el planeta", dijo el Cardenal en entrevista concedida al diario francés Le Figaro, en el marco de la publicación de su nuevo libro "Catecismo de la vida espiritual".
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Sobre su nuevo libro, el Purpurado africano dijo que lo escribió "durante el confinamiento" por el covid y resaltó un aspecto de este tiempo.
"Me llamó la atención: cuidamos la vida de los cuerpos, pero dejamos morir las almas. La vida espiritual es, sin embargo, lo más íntimo en nosotros, lo más precioso que tenemos. Es nuestra vida interior. El lugar de nuestro encuentro con Dios. Negar la vida espiritual es negar lo que hace nuestra dignidad como hombres o mujeres".
Por esa razón, continuó, "ha llegado el momento de que la Iglesia vuelva a lo que se espera de ella: hablar de Dios, del alma, del más allá, de la muerte y, sobre todo, de la vida eterna".
"Pasamos demasiado tiempo hablando de las estructuras de la Iglesia. ¡Eso no le interesa a nadie! Lo que de verdad importa es nuestra vida eterna, nuestra vida en amistad con Dios. La Iglesia existe para ser santos. El resto es secundario", continuó
Sin vida interior, cuestionó el prefecto emérito, "¿qué queda de grandeza en nuestra vida? ¿Qué queda que escapa a las leyes del mercado y de la materia? La vida espiritual es el santuario inviolable de nuestra libertad, el lugar secreto donde buscamos la verdad y el amor, donde estamos solos frente al Todo-Otro, frente a Dios".
El Cardenal recordó luego que en 2013, al día siguiente de su elección, el Papa Francisco dijo que "si la Iglesia deja de buscar a Dios a través de la oración, corre el riesgo de traición" y que al Señor se le encuentra en los sacramentos, administrados por sacerdotes, como el bautismo y la confesión.
Catecismo de la vida espiritual
En su libro, el Cardenal Sarah afirma que "el eclipse de Dios en nuestras sociedades posmodernas, la crisis de valores humanos y morales fundamentales y sus repercusiones también en la Iglesia donde se constata la confusión sobre el tema de la verdad revelada divinamente, la pérdida del sentido auténtico de la liturgia y el oscurecimiento de la identidad sacerdotal, exigían con fuerza que un verdadero catecismo de la vida espiritual se propusiera a todos los fieles".
El Purpurado africano precisó que no ha buscado "escribir un resumen de la fe cristiana, porque ya disponemos del Catecismo de la Iglesia Católica y su compendio, que son instrumentos irremplazables para la enseñanza y el estudio de la doctrina integral revelada por Cristo y predicada por la Iglesia".
Su libro, dijo el Cardenal Sarah, "es un catecismo de la vida interior, que quiere indicar los principales medios para entrar en la vida espiritual, desde una perspectiva práctica y no académica".
Su catecismo, subrayó el prefecto emérito, está "organizado alrededor de los sacramentos, la ascesis, la liturgia, todo para hacer tomar conciencia a cada uno de que su bautismo es el inicio de una gran conversión, de un gran retorno al Padre".