La Comisión Pastoral Episcopal para la Vida y la Familia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) lamentó la muerte del bebé de una niña de 11 años con más de 7 meses de gestación que sufrió una violación, y que pese a la opinión del juzgado local, fue sometida a un aborto.
En una carta de la CNBB, el presidente de la Comisión Pastoral Episcopal para la Vida y la Familia y Obispo de Río Grande, Mons. Ricardo Hoepers, se refirió al caso de la niña brasileña de 11 años que quedó embarazada tras sufrir una violación, y que pese a tener 29 semanas de gestación, fue sometida a un aborto.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
La jueza Joana Ribeiro Zimmer, del estado de Santa Catarina, determinó que la menor debía ser llevada a un albergue, y además trató de convencer a la madre, que es legalmente responsable por la menor, de esperar al nacimiento del bebé para darlo en adopción.
Aunque el Código Penal brasileño prevé la despenalización del aborto en los casos de embarazo resultante de una violación, Zimmer sostuvo que debido al avanzado embarazo de la menor, permitir el aborto "sería autorizacion para un homicidio".
El hospital local señaló que solo practicaría el aborto a la menor de edad bajo orden judicial, pues el embarazo superaba el límite de 22 semanas de gestación.
El diario The Intercept Brasil y el medio local Portal Catarinas, que asegura hacer un "periodismo feminista" con "perspectiva de género", difundieron el 20 de junio que la madre llevó a su hija embarazada al hospital de la Universidad Federal de Santa Catarina, donde se le practicó el aborto.
"Nuevamente, lamentablemente, salió a la luz otro caso dramático de una niña que estaba gestando un bebé con una edad gestacional de 29 semanas", dijo Mons. Hoepers.
"Nos conmueve profundamente la situación de esta niña, que a temprana edad pasa por todos estos traumas y presiones, y todas las niñas que por una vida sexual temprana o porque son violadas pierden su niñez", señaló el Prelado.
El Prelado recordó que la Iglesia Católica defiende la "integridad, inviolabilidad y dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural", de modo que "condena todas y cada una de las iniciativas que buscan justificar e imponer el aborto en Brasil".
El obispo brasileño recordó que el derecho a la vida es incondicional y "debe ser respetado y defendido, en cualquier etapa o condición en que se encuentre la persona humana".
A la vez, llamó a reconocer que es responsabilidad de todos trabajar por "la protección y salvaguarda de los más pequeños".
Finalmente, Mons. Hoepers dijo que se une de forma especial a "las familias cuyos hijos han sido afectados por el trauma de la violencia sexual y el aborto, para que puedan ser consolados y fortalecidos en la fe, creyendo en la vida, cuidando y protegiendo a sus hijos, pero especialmente a los más vulnerables".
La diputada federal Chris Tonietto (PL-RJ) dijo a ACI Digital -agencia en portugués del Grupo ACI- que la jueza de Santa Catarina había actuado correctamente, conforme a la ley y, sobre todo, con base en la ley natural.
Además, criticó que se utilice el término "interrupción del embarazo" para hablar del caso, cuando lo correcto sería "llamarlo asesinato, ya que es un ser humano indefenso y vulnerable".
Asimismo, subrayó que el bebé de 7 meses de gestación de la niña "pudo sobrevivir por completo, y que el parto inevitablemente se produciría debido a la etapa del embarazo". En ese sentido, cuestionó la razón de no permitir que la niña diera a luz.
También recordó que el aborto genera más daños y sufrimiento en la víctima de abuso sexual. "Matar a un ser humano en el vientre materno no es proteger a la víctima del delito de violación, sino someterla a un procedimiento agresivo e invasivo que podría incluso acarrearle consecuencias psicológicas incalculables", dijo.
Por su parte, el P. Hélio Luciano de Oliveira, Máster y Doctor en Bioética y Máster en Teología Moral de la Arquidiócesis de Florianópolis, dijo que vincular una violación sexual a la obligación de abortar es un "vínculo casi cultural en Brasil".
El sacerdote señaló que los defensores del aborto lo llaman "litigio estratégico", y explicó que es cuando se elige "un caso emblemático para conseguir que se apruebe un aborto, incluso para un niño que ya podría vivir fuera del útero materno".
Sin embargo, sostuvo que "en este caso, ni siquiera es un aborto, sino es un infanticidio", pues "es matar a un niño que podría nacer y vivir en paz fuera del útero".
Para el P. Oliveira, el caso "se convirtió mucho más en una cuestión ideológica que en una situación problemática real", pues se trata de usarlo de "forma emblemática para intentar sensibilizar a la opinión pública", más que centrarse en la "preocupación por esta niña de 11 años y el bebé".
El sacerdote enfatizó que, pese a que muchos "están hablando de una agresión a la niña", la verdadera agresión contra ella "es decir: 'ya tienes todo el sufrimiento de una violación y ahora te vamos a agregar un segundo sufrimiento que es matar a tu niño'", cuando la realidad es que "la muerte de este bebé no aliviará el sufrimiento de este niño"
Además, recordó que la discusión no está en si la "niña está preparada para ser madre", sino en que "matar a un inocente no es la solución a un problema, es la creación de un problema más".
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI Digital.