La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), recaudó una cifra récord en 2021, lo que le permitió desarrollar proyectos en todo el mundo a favor de los cristianos perseguidos y los más necesitados.
De acuerdo a sus cifras anuales, aprobadas el 15 de junio de este año, ACN International recibió en 2021 donativos por un valor de 133 millones de euros, un incremento de más de 10 millones de euros con respecto al 2020.
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Este dinero, explicó ACN en un comunicado, es destinado a "apoyar a los cristianos perseguidos y necesitados en todo el mundo".
Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de la fundación pontificia, dijo que "en 2021, la generosidad de nuestros benefactores de más de 23 países hizo posible que ACN apoyara proyectos por un total de 105,9 millones de euros".
"Desde aquí quiero dar las gracias, en nombre de nuestros hermanos y hermanas necesitados, por este apoyo tan excepcional en el segundo año de la pandemia del COVID-19", expresó.
"Estamos seguros de que Dios les recompensará con creces por esa generosidad", añadió.
Además de apoyar más de 5 mil proyectos en todo el mundo, especialmente en lugares donde la Iglesia Católica enfrenta persecución o atiende a personas en condiciones de pobreza extrema, ACN también dedicó esfuerzos a informar sobre las amenazas a la libertad religiosa en el mundo.
La región de África fue la que más ayudas recibió por parte de ACN, seguida por la de Asia y Oceanía, y Oriente Próximo.
En países como Líbano, Siria e Irak, ACN financió iniciativas que buscan ayudar a que los cristianos permanezcan en las tierras que desde tiempos ancestrales han ocupado, a pesar de la persecución.
ACN también reveló que al menos uno de cada ocho sacerdotes en el mundo se vio beneficiado por su campaña de estipendios de Misa.
Además, según las cifras de la fundación pontificia, han podido ayudar a una de cada tres diócesis católicas en el mundo.
Thomas Heine-Geldern destacó que "desde Albania hasta Zimbabue, ACN continúa marcando una diferencia real y duradera en la vida de cristianos de todo el mundo".
"Estas comunidades son una fuente de inspiración para nosotros por la forma en que viven su fe a pesar de la pobreza económica, las dificultades y, a menudo, la persecución que padecen".
"Gracias a la enorme generosidad y la ayuda de nuestros benefactores, podemos apoyarlos y sostenerlos materialmente", indicó.
Heine-Geldern destacó que "el año pasado fuimos profundamente conscientes de la actuación de la Divina Providencia, que, en medio de una creciente incertidumbre mundial, abrió aún más el corazón de nuestros benefactores".
Además, destacó que los proyectos que tienen en la región le permitieron a la fundación "reaccionar inmediatamente con ayudas en 2022, cuando empezó la guerra" en Ucrania.
"ACN seguirá trabajando, allí donde pueda, para ayudar a los cristianos que necesitan asistencia mientras nuestros benefactores sigan confiando en nosotros con sus donativos y su apoyo", aseguró.