Este 13 de junio la Iglesia Católica celebra la fiesta de uno de sus santos más queridos y conocidos: San Antonio de Padua. Te explicamos aquí por qué el santo nacido en Portugal es patrono de la Custodia Franciscana de Tierra Santa.
Dos son los acontecimientos que vinculan al gran santo con los frailes en la tierra de Jesús, según explica el sitio web de los franciscanos que sirven en los santos lugares.
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El primer episodio se remonta al conflicto entre Turquía e Inglaterra en 1917, en el marco de la Primera Guerra Mundial, tiempo en el que el gobernador Giamal Pasciá tomó la decisión de encarcelar a los frailes franciscanos, dejando abandonados los santos lugares.
Ante esta situación, los franciscanos rezaron fervorosamente a San Antonio de Padua, tras el pedido de fray Eutimio Castellani, presidente custodial, que en ese tiempo sustituía al Custodio de Tierra Santa.
Los franciscanos refieren que al tercer día, el Patriarca Latino fue a ver al gobernador Pasciá para pedirle una gracia para su auxiliar, que estaba enfermo; a lo que el mandatario respondió permitiendo también la liberación de los frailes franciscanos italianos que conformaban la Custodia.
El segundo episodio ocurrió en noviembre de 2017, cuando los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa estaban en peligro de ser encarcelados otra vez.
Tras rezarle a San Antonio de Padua, recibieron un telegrama de Constantinopla (Turquía), que les permitía quedarse en el lugar.
De ese modo y tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el Papa Benedicto XV declaró a San Antonio de Padua Patrono de la Custodia Franciscana de Tierra Santa.
En 2021, en la celebración de la fiesta de San Antonio, el Custodio de Tierra Santa, Francesco Patton, destacó que el santo “nos invita a proponer la fe cristiana y el misterio de Jesucristo en su totalidad, en su organicidad, en su plenitud. Antonio añade también el aspecto de la calidad personal del testimonio”.
“Por intercesión de San Antonio, pedimos al Señor que también nosotros seamos capaces de acoger el Evangelio en su plenitud, sin cortes ni añadidos, sin querer vaciarlo de su radicalidad provocadora y sin querer diluirlo para estar a la moda”, resaltó.