El italiano Emmanuele di Leo, fundador y presidente de la ONG Steadfast que lucha por los derechos humanos en países como Togo y México, denunció que la masacre perpetrada por hombres armados en una iglesia católica en Nigeria en Pentecostés, evidencia el genocidio contra los cristianos en el país africano.
La masacre ocurrida el domingo 5 de junio en la iglesia católica de San Francisco Javier en Owo, estado de Ondo (Nigeria), dejó decenas de personas fallecidas, ante el silencio de la inmensa mayoría de líderes y organizaciones internacionales que no han condenado el hecho.
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Diversos usuarios en redes sociales acusan a los pastores fulani, violentos grupos de mayoría musulmana, de la masacre.
"Después de lo ocurrido el domingo en Owo, durante la celebración de la Misa de Pentecostés, vuelvo a hablar, con lágrimas en los ojos, de mi amada Nigeria, tierra empapada de sangre de mártires cristianos", escribió Di Leo, en un artículo publicado en IFAMnews.com.
El también miembro de la Junta Directiva del International Bioresearch Institute, que sirve en Nigeria, indicó que la mayoría parece culpar de lo ocurrido a "las disputas territoriales, la pobreza y las desigualdades sociales".
"En realidad, conflictos como el que se vive desde hace tiempo en Nigeria, olvidados o incluso encubiertos por la prensa internacional, tienen como principal objetivo a los cristianos", precisó.
Emmanuele di Leo recordó que en enero de 2020, la organización Christian Solidarity International advirtió del "peligro de genocidio que enfrenta Nigeria y pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se movilice. Sin embargo, después de dos años, es claro que esa advertencia se ha desvanecido".
Para Di Leo, "lo que está pasando en mi Nigeria es en realidad una masacre que está exterminando no solo a las personas, sino también a la religión, los valores y las tradiciones".
Tras señalar que lo ocurrido no tiene que ver con el cambio climático y, por lo tanto, con la búsqueda de los musulmanes fulani de agua y pastos para sus ganados, di Leo denunció que la situación es más grave.
"Se habla de los pastores fulani, la etnia nómada de África occidental dedicada mayoritariamente al pastoreo y al comercio, que en realidad son muy diferentes a los simples criadores".
"De hecho, se trata de milicias contratadas y armadas que atacan pueblos, destruyen iglesias y matan a miles de cristianos. Son meros instrumentos de un poder ávido de riquezas subterráneas y actúan sobre todo en las zonas centro-sur de Nigeria", resaltó.
Para el experto en derechos humanos, para quienes pagan las riquezas, "el cristianismo es un obstáculo a superar: un factor y un medio de desarrollo cultural y social totalmente molestos, un obstáculo para el control de la población local y un obstáculo para el rápido enriquecimiento a expensas de los demás".
Di Leo refirió que entre quienes masacran a los cristianos han estado los terroristas musulmanes de "Boko Haram primero, afiliados locales de ISIS (Estado Islámico) luego, los Fulani ahora, por supuesto. Pero el verdadero conductor está detrás, un poco más alto que esta simple maniobra. No se dice, pero está ahí para que todos lo vean".
De hecho, concluyó, "siempre es cierto que, para que triunfe el mal, basta con no hacer nada, solo dejarlo pasar y no hablar ni denunciar".