Cuando llega el momento de decidir sobre la donación de órganos, algunos católicos que recién se inician en el conocimiento de la fe podrían cuestionarse si es pecado o no donar alguno de sus órganos durante su vida o al momento de morir.
Con motivo del Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, el P. Juan Carlos Vásconez explicó a ACI Prensa qué dice la Iglesia Católica sobre la donación de órganos y por qué los fieles están llamados a tomar en serio este tema.
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El P. Juan Carlos Vásconez es Doctor en Teología, Ingeniero de Sistemas y creador del popular apostolado "10 minutos con Jesús", un servicio que enseña a hacer oración a través de meditaciones diarias de 10 minutos y que llega a miles de personas por diferentes canales, especialmente WhatsApp.
La Iglesia Católica "siempre apoya los avances de la técnica que de forma ética favorecen a la humanidad", y como los trasplantes de órganos "son una gran conquista de la ciencia al servicio del hombre, el Magisterio [de la Iglesia] lo anima", dijo el P. Vásconez.
Además, destacó que "la técnica de los trasplantes es un instrumento cada vez más apto para alcanzar la primera finalidad de la medicina: el servicio a la vida humana".
El sacerdote también se refirió a la encíclica Evangelium Vitae del Papa San Juan Pablo II, donde además de defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el santo se refiere a la donación de órganos.
En esa encíclica "se recuerda que entre los gestos que contribuyen a alimentar una auténtica cultura de la vida 'merece especial reconocimiento la donación de órganos, realizada según criterios éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida, a enfermos tal vez sin esperanzas'", señaló.
El P. Vásconez subrayó que "no es pecado donar órganos, porque no se está yendo en contra del quinto mandamiento, al contrario se salvan vidas con los trasplantes".
Sin embargo, advirtió que "todo procedimiento encaminado a comercializar órganos humanos o a considerarlos como artículos de intercambio o de venta, resulta moralmente inaceptable, dado que usar el cuerpo 'como un objeto' es violar la dignidad de la persona humana".
A las personas que están discerniendo si donar o no donar órganos, el P. Vásconez les recordó que la Iglesia pone "una luz de advertencia en la intención" de todo el que decide ser donante de órganos.
El Magisterio enseña que "conviene que toda intervención de trasplante de un órgano tenga su origen en una decisión de gran valor ético", subrayó.
Al respecto, el P. Vásconez se refirió al mensaje del Papa San Juan Pablo II durante el Congreso sobre trasplantes de órganos de 1991, donde el santo afirma que todo trasplante supone "la decisión de ofrecer, sin ninguna recompensa, una parte del propio cuerpo para la salud y el bienestar de otra persona".