En la primera jornada de un fin de semana histórico, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, ordenó a 33 nuevos sacerdotes en el Santuario de los Mártires Mexicanos, y les recordó que no sirven al mundo, sino a Dios y Su Pueblo.
"Fueron elegidos por Dios para servir, siempre abiertos y dispuestos", los 33 nuevos Presbíteros que recibieron el sacramento del Orden Sacerdotal. pic.twitter.com/HwS1mqPE07
- Cardenal Robles Ortega (@cardenalrobles) June 4, 2022
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En la ceremonia, celebrada en el Santuario de los Mártires Mexicanos, en Guadalajara, el Cardenal Robles Ortega les aseguró a los nuevos sacerdotes que "el Espíritu Santo los elige hoy para que velen por el rebaño. ¿El rebaño de quién? El rebaño que Jesucristo se mereció con Su sangre".
"Ni siquiera es su rebaño, ni siquiera es nuestro rebaño, es el rebaño de Nuestro Señor Jesucristo, que se les confía a partir de hoy, por la elección y por la unción del Espíritu Santo", precisó.
Entre el 4 y 5 de junio el Arzobispo de Guadalajara ordenará en total a 70 nuevos sacerdotes mexicanos.
El Purpurado mexicano indicó a los nuevos presbíteros que "nunca deben olvidar su origen", pues "el sacerdote es un hombre que ha sido llamado, ha sido elegido de entre los hombres".
"El sacerdote no es un ángel, no es un extraterrestre, no es un ser superior, no pertenece a una casta extraña. El sacerdote es un hombre, elegido por Dios, tomado de parte de Dios de entre sus hermanos, los hombres. Esto no hay que olvidarlo", remarcó.
El Cardenal advirtió que "cuando el sacerdote olvida su origen" establece "una distancia entre él y entre la comunidad a la que está destinado a servir".
Al actuar así, continuó, "manda, por lo general, un mensaje: yo soy superior, yo soy más importante, yo soy el que debe de ser reconocido y el que debe de ser servido".
"Y cuando el sacerdote toma esta actitud de superioridad, de estar por encima de sus hermanos los hombres, el sacerdote se ve envuelto en este mal que tristemente afecta a la Iglesia y afecta a muchos, en el clericalismo", dijo.
El Arzobispo de Guadalajara señaló luego que los sacerdotes están "para servir a los hombres en las cosas que son de Dios, y es lo que el pueblo espera del sacerdote: un hombre de Dios, un hombre que le hable de Dios, un hombre que sea la presencia de Dios entre ellos, para experimentar su amor, experimentar su misericordia, experimentar su salvación".
Además, precisó que "el sacerdote es tomado de entre los hombres y puesto al servicio de los hombres, pero no del mundo. No al servicio del mundo, no con los criterios del mundo".
El Purpurado advirtió que "el mundo se nos puede introducir en el corazón, en la mente, en nuestra persona, en nuestro sacerdocio, y nos puede hacer suyos el mundo y olvidarnos de que somos de Dios, para el servicio de los hermanos en las cosas que son de Dios".
"El sacerdocio se ejerce en el mundo, pero sin ser del mundo. El sacerdocio se ejerce estando en el mundo, pero sin pertenecer a los criterios y a las propuestas del mundo", reiteró.