El secretario general de la Asociación Profesional de Profesores de Religión (APPR), José Manuel Coviella, que representa a unos tres mil profesores de toda España, sostuvo que la decisión del gobierno socialista de no evaluar la asignatura de Religión es un "disparate pedagógico".
Según Coviella, la Religión como asignatura "tiene que tener un programa y su consecuente seguimiento" a través de la evaluación. "Sería injusto para el profesor, el alumno y el padre", señaló. “Lo que no puede ser evaluable es la catequesis o la fe", pero sí la asignatura”, añadió.
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El dirigente de la APPR señaló que la Religión debe tratarse "como cualquier otra asignatura con todo su rigor académico", por lo que "no tiene ningún sentido que no se evalúe".
Con respecto al ofrecimiento de la posibilidad de opción de la asignatura, Coviella aseguró que "siempre ha sido así". Asimismo, defendió la posibilidad de escoger por las dos vertientes del área de “Sociedad, Cultura y Religión”, una confesional y otra laica.
Existe, a juicio de Coviella en la actualidad una "ignorancia muy importante" entre los jóvenes actuales sobre la religión. Por ello, consideró "necesarios" estos conocimientos para no acabar siendo "analfabetos totales del hecho religioso".
El viernes pasado, el Consejo de Ministros, a instancias de la ministra de Educación y Ciencia, María José Sansegundo, decidió paralizar la aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) aprobada por el anterior Gobierno del Partido Popular.
Esta decisión significará que la asignatura de Religión se mantenga en la situación actual, es decir, estará disponible en todos los centros, será voluntaria para los alumnos y no evaluable, tras la supresión de la reforma introducida por la LOCE en esta materia, estableciendo un área de 'Sociedad, Cultura y Religión'. Asimismo, no computará a efectos de promoción, adquisición de becas o acceso a la Universidad.