Más de 4 mil ciudadanos, además de asociaciones y jerarquías de varias denominaciones religiosas, protestaron contra la polémica y blasfema obra de teatro estrenada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con el título "Me ca... en Dios". Además, al menos una docena de personas presentaron denuncia formal en el Juzgado de Primera Instancia y en diversas Comisarías de la Policía por toda España.
Fuentes informaron que Javier María Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna, abogado del Colegio de Madrid, de la presentación ante el correspondiente Juzgado de Instrucción, en nombre y representación de dos denunciantes, de una querella criminal no sólo contra Íñigo Ramírez de Haro (autor), Pedro Forero (director) y Fernando Incera (intérprete), sino contra el presidente y miembros de la Junta Directiva del Círculo.
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Según el texto de la demanda, tanto el título como el contenido de la obra son abiertamente injuriosos contra las creencias religiosas de los denunciantes y de miles de ciudadanos de distintos credos, incurriendo en el delito tipificado por el artículo 525 del Código Penal, que afirma que “incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.
Al comunicado del Arzobispado de Madrid, en el que sostiene que la obra es "un delito grave contra los sentimientos religiosos de la mayoría de los madrileños", se sumó una nota
del Consejo de Laicos de la misma arquidiócesis en la que pide la "retirada inmediata” de la representación teatral y lamenta, además, que con dinero de la Administración Pública “se financien obras que no representan aportación cultural alguna sino un descarado intento de promocionarse a base de escandalizar a los ciudadanos creyentes”.
El Consejo, que agrupa a más de 200 Movimientos y Asociaciones Católicas, y representa prácticamente a todos los cristianos laicos de Madrid, invitó “a todos los católicos a manifestarse en contra de este escándalo, mostrando su indignación y condena ante una forma de discriminación de los españoles por razón de su confesión religiosa”.