El fin de semana el Papa Francisco aprobó la canonización del Beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano fundador de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos) y de su rama femenina, dos Congregaciones dedicadas a atender a los migrantes y refugiados.
Según Vatican News, la canonización del Beato Scalabrini se aprobó con una dispensa del requisito de un segundo milagro. Esto se debe a que la postulación no solo fue impulsada por las Congregaciones que creó, sino por otras que fueron inspiradas por él y que tenían la certeza de que el Beato podía ser señalado por los migrantes como su patrono.
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Pero no solo Congregaciones católicas pidieron postular la causa de canonización, también presentaron cartas varios cardenales, obispos, conferencias episcopales y superiores generales.
Según la Congregación para la Causa de los Santos, "muchas de estas peticiones proceden de prelados de naciones que han sido objeto de inmigración en los últimos siglos, con pleno conocimiento de los problemas reales relacionados, pero también con la conciencia de la particular riqueza de recursos humanos y culturales que constituyen los inmigrantes".
Posteriormente, se elaboró la Positio super canonizatione, documento para demostrar la continuidad y el aumento del culto al Beato Scalabrini, así como el impulso de su ejemplo y la importancia de su protección e intercesión para la solución de los problemas humanos y sociales, principalmente la emigración.
El 17 de mayo de 2022 la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos del Vaticano determinó conveniente la canonización y cuatro días después el Papa Francisco anunció un nuevo Consistorio para definir la fecha de ésta y otras canonizaciones próximamente.
¿Quién fue el Obispo Juan Bautista Scalabrini?
Giovanni Battista (Juan Bautista) Scalabrini nació en la provincia de Como, Italia, el 8 de julio de 1839. Ingresó al seminario en 1857 y recibió la ordenación sacerdotal el 30 de mayo de 1863.
Después de haber ocupado los cargos de docente y rector en el seminario menor de Como, fue nombrado en 1870 párroco de San Bartolomeo, en la misma ciudad. A la edad de 36, el 12 de diciembre de 1875, fue nombrado Obispo de Piacenza.
Durante 29 años realizó un intenso apostolado en esta diócesis. Logró aumentar el número de seminaristas y renovó la formación en los tres seminarios de su jurisdicción. También se le reconoce por ser un gran maestro del Catecismo: inclusive el Papa Pío IX una vez describió a Scalabrini como "el apóstol del Catecismo".
El obispo también es recordado por fundar un diario diocesano, por cuidar a los pobres y ancianos, ser impulsor de la adoración Eucarística y protector del correcto canto litúrgico.
Desde que era párroco de San Bartolomeo en Como, al ver las difíciles condiciones de las primeras migraciones masivas a América, especialmente a Estados Unidos y Brasil, el Beato se comprometió a dar a conocer esta realidad autoridades eclesiásticas y estatales y sensibilizar a la opinión pública.
Para asistir y proteger a los migrantes, fundó la Congregación de los Misioneros de San Carlo Borromeo en 1887. Algunos años después, en 1895, fundó la rama femenina: la Congregación de los Misioneras de San Carlo Borromeo.
Mons. Scalabrini realizó una intensa actividad con conferencias y publicaciones a favor de los emigrantes.
Estaba convencido de la necesidad de que las instituciones acompañen el camino de los migrantes en todas sus etapas, cuidando de no cortar abruptamente los lazos culturales con la patria, manteniendo la lengua materna como vínculo de unidad con los demás compatriotas.
Además, creía que la migración podrá provocar el desequilibrio entre los países de origen y de destino.
En los últimos años de su vida, el Beato Scalabrini visitó personalmente a emigrantes y a sus misioneros en Estados Unidos y Brasil. En 1901, fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Theodore Roosevelt.
De regreso en Italia, agotado por sus fuerzas, murió en Piacenza el 1 de junio de 1905.
Fue proclamado Beato por San Juan Pablo II, el 9 de noviembre de 1997.