El Papa Francisco se reunió en el Vaticano este 20 de mayo durante dos horas con el grupo de obispos de la región 2 del Noreste de Brasil presentes en Roma con ocasión de su visita ad limina apostolorum, y mostró "un sentido muy claro de la realidad" que vive el país sudamericano.
Según relató el Obispo de Garanhuns, Pernambuco, y presidente de esta región diocesana de Brasil, Mons. Paulo Jackson Nóbrega de Sousa, los prelados realizaron su visita ad limina del 16 al 20 de mayo.
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"Nos vamos de aquí inmensamente felices, rezando por el Papa y también con la certeza de que el Papa reza por nosotros", dijo Mons. Paulo Jackson Nóbrega de Sousa, a Vatican News.
Luego, el Prelado brasileño describió cómo fue la audiencia con el Santo Padre y explicó que "lo primero que hace el Papa es romper todos los protocolos y formalidades. Nos tranquiliza profundamente. No hubo discursos. Nos sentamos a dialogar como hermanos".
"Compartimos la vida, nuestras preocupaciones. El Papa tiene un sentido muy claro de la realidad que vive nuestro país, tiene una opinión muy clara contra todo tipo de clericalismo, esta cultura del clericalismo que destruye y es perniciosa", indicó el Obispo brasileño.
Además, el Santo Padre les habló "de la cercanía, la cercanía a Dios, la cercanía del obispo a su clero, la cercanía a sus hermanos obispos y la cercanía al pueblo".
También, el Papa Francisco conversó sobre la importancia "de la catequesis y de la iniciación a la vida cristiana; del cuidado de los pobres; de las consecuencias de la pandemia; de la presencia de los obispos como hermanos mayores que acompañan, que rezan, que participan en la vida de su pueblo y con el pueblo de Dios. Y cómo el pueblo de Dios hace realidad la vida cristiana en la porción del Pueblo de Dios que le ha sido confiada".
Asimismo, Mons. Paulo señaló que durante esta semana en Roma los obispos visitaron algunas oficinas de la Curia Romana "para intercambiar experiencias y han recibido directrices de la Iglesia según el área de los departamentos".
Luego, el Prelado brasileño dijo que los obispos pudieron "rezar ante la tumba de los Apóstoles Pedro y Pablo" y tuvieron celebraciones en las cuatro grandes basílicas de Roma: San Pedro, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán.
Finalmente, Mons. Paulo dijo que la delegación se alojó en el Colegio Pio brasileño de Roma y sintetizó el tiempo fraterno como "una experiencia muy hermosa de comunión, de unidad, de compartir, de convivencia, de conversaciones, de bromas, risas, de oración y de Misa".