El P. Juan Manuel Góngora, sacerdote de la diócesis española de Almería, advirtió sobre cuál es la "verdadera batalla" que debe luchar cada cristiano.
A través de su cuenta en Twitter, donde ya tiene más de 50 mil seguidores, el P. Góngora subrayó que "recordemos que la verdadera batalla es por nuestra alma. Unámonos bajo la bandera de Cristo, la única triunfadora sobre el pecado y la muerte".
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Recordemos que la verdadera batalla es por nuestra alma. Unámonos bajo la bandera de Cristo, la única triunfadora sobre el pecado y la muerte. pic.twitter.com/uWvGVzwvlV
- P. Juan Manuel Góngora (@patergongora) May 19, 2022
En declaraciones a ACI Prensa al respecto, el sacerdote español señaló que "en la actualidad se suele denominar como 'batalla cultural' a la conflagración entre diversas ideologías y posicionamientos éticos con respecto a la política, economía y sociedad".
"Sin embargo, creo necesario hacer hincapié en la necesidad de anteponer una visión más amplia del panorama para no caer en reduccionismos", indicó.
El sacerdote católico precisó que "subyace a todo ello esa verdadera batalla intemporal por la salvación de las almas. En ello ha consistido toda la historia de la revelación de Dios al hombre hasta nuestros días".
"Los etiquetados y criterios ideológicos de izquierda y derecha están superados desde la caída del muro de Berlín", recordó.
"Ya no es un tema de considerar posturas geopolíticas e incluso económicas, sino que lo que está en cuestión es la misma concepción antropológica del ser humano. La aceptación o negación de su apertura a la trascendencia que el Padre nos ofrece en Cristo por medio del Espíritu Santo", añadió.
El P. Góngora resaltó que "por ello es importante no despistarnos entre el menú de agendas supranacionales, surgidas de un tiempo a esta parte, con pretensiones mesiánicas pero carentes de lo fundamental: saber que de Dios venimos y a Dios volvemos".
"Por todo ello, la batalla en defensa de la dignidad humana que debe ser custodiada no nace de un consenso refrendado por voluntades utilitaristas; sino por nuestra dignidad como hijos de Dios", precisó.
"En conclusión vivamos cada vez más cerca de los sacramentos y la oración en nuestras parroquias y comunidades cristianas, con el objetivo de fortalecer nuestras almas en el apogeo de estos tiempos convulsos de confusión y olvido de Dios", concluyó.