Tras abrir la Puerta Santa de la Parroquia de San Isidro Labrador, al iniciar el Año Jubilar concedido por el Papa Francisco a una parroquia de Ciudad de México, el Arzobispo Emérito de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, alentó a seguir el ejemplo del santo y dedicar "un tiempo privilegiado" para la familia.
Cardenal Norberto Rivera Carrera abre la Puerta Santa de la Parroquia San Isidro Labrador en Ciudad de México. Crédito: Cortesía.
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El Cardenal Rivera Carrera recordó que San Isidro, "todos los domingos, después de estar en la Santa Misa, con su señora y su hijo, se iban a pasear".
"Muchas veces tenemos tanto trabajo, tenemos tantas preocupaciones, que no separamos un tiempo privilegiado para la convivencia familiar, para estar con la esposa, para estar con los hijos", lamentó.
Para el Purpurado, "esa es la verdadera santidad, ahí se realiza ese 'Cielo nuevo' y esa 'tierra nueva'".
El Arzobispo Emérito de México abrió el domingo 15 de mayo la Puerta Santa de la Parroquia de San Isidro Labrador, en la colonia Reforma Social, en Ciudad de México.
El Cardenal además presidió la celebración de la Santa Misa, acompañado de una docena de sacerdotes, encabezados por el párroco de San Isidro Labrador, el P. Hugo Valdemar.
En su homilía, el Purpurado destacó que la canonización de San Isidro Labrador, hace 400 años, "fue un acontecimiento" para la Iglesia Católica, y señaló que ese mismo día fueron canonizados Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri.
El Cardenal Rivera Carrera recordó que San Isidro "era muy pobre" y "sencillamente era un empleado" que trabajaba los campos. Aún así, dijo, "de lo que él recibía gran parte, una tercera parte, siempre la reservaba para los pobres".
"No solamente era amante de los animales, como mucha gente es ahora, sino era amante de sus prójimos, de sus hermanos, de los seres humanos", resaltó.
Siguiendo el ejemplo de cuidado de la creación y de los demás, el Cardenal alentó a cuidar el agua y el medio ambiente, y a no contaminar ni tirar la basura en lugares no adecuados.
"Mucho podemos hacer para que nuestra ciudad sea más limpia", señaló.
Además, de destacar la santidad de la esposa de San Isidro, Santa María de la Cabeza, el Arzobispo Emérito de México resaltó la "gran fe" y "gran confianza en Dios" del santo español.
"A Dios lo ponía por sobre toda circunstancia, sobre todo problema. Él se afianzaba en Dios, era su roca firme", remarcó.
"Por supuesto, esa fe la practicaba en la oración, pero principalmente en la Eucaristía. El centro de su vida siempre fue la Eucaristía", añadió.
Al finalizar su homilía, el Cardenal Norberto Rivera Carrera animó a los fieles a confiarse a la intercesión de San Isidro Labrador, al tiempo que se esfuercen en el trabajo, la familia y "realmente compartimos lo que Dios nos ha dado con los más pobres" y "somos realmente miembros vivos de nuestra Iglesia".
Durante el Año Jubilar, los fieles "que peregrinen verdaderamente contritos e impulsados por la caridad" a la Parroquia de San Isidro Labrador, en la colonia Reforma Social, en Ciudad de México, podrán obtener una indulgencia plenaria para ellos mismos o para un fiel difunto.
De acuerdo al decreto emitido por la Santa Sede, esta indulgencia plenaria se otorgará "bajo las condiciones acostumbradas: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por el Sumo Pontífice".