La Diócesis de Tarazona (España) vivió un domingo especialmente emocionante por la reapertura de la Colegiata de Santa María la Mayor en Calatayud, después de doce años cerrada por obras.
En la Eucaristía, presidida por el Obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, también estuvo presente el hoy Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, que gobernaba la diócesis española cuando comenzaron las obras de rehabilitación del templo.
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Junto a ellos concelebró el abad del templo, P. Jesús Vicente Bueno, y varios sacerdotes diocesanos.
Cientos de personas abarrotaron el templo y otros tantos pudieron participar de la Eucaristía a sus puertas gracias a una pantalla gigante instalada para los que no podían acceder al interior.
El Obispo de Tarazona agradeció a Dios "habernos permitido llevar a cabo esta obra que ha requerido esfuerzo y dedicación" precisando sentir "gran gozo y alegría" por el resultado obtenido para toda la diócesis y para la ciudad de Calatatud.
Mons. Hernández Sola recordó la grandiosidad y belleza del templo, que es Patrimonio de la Humanidad, subrayando que "invita a elevar la mirada y el alma hacia lo alto, hacia Dios".
"Estoy seguro de que esta colegiata nos ayudará a redescubrir nuestras raíces cristianas, nuestra vocación y misión en el mundo", expresó.
El Obispo de Tarazona tuvo también palabras de agradecimiento para las instituciones que hicieron posible que la Colegiata volviera a abrir sus puertas: al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a la Diputación provincial, al ayuntamiento, al obispado y "a las personas particulares que han trabajado para que hoy nosotros pudiéramos recoger este maravilloso regalo".
Por otro lado, el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernandez, también pudo expresar su alegría a los presentes antes de finalizar la Eucaristía: "Me uno al gozo del Obispo de Tarazona, del abad de la Colegiata y de todos los bilbilitanos porque gracias a Dios se ha podido llevar a término esta gran obra. Cuando todos vamos a una, se pueden hacer muchas cosas".