El Papa Juan Pablo II hizo un dramático llamado en “nombre del único Dios” para que sean liberadas lo más pronto posible todas las personas secuestradas en Irak.
El Santo Padre hizo el llamado en un mensaje que leyó el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Mons. Giovanni Lajolo, ante los manifestantes que marcharon por las calles de Roma para pedir la liberación de los tres italianos que siguen retenidos en Irak.
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“Os comunico que el Santo Padre ha celebrado esta mañana, fiesta de Santa Catalina de Siena, Patrona de Italia, la Santa Misa por la liberación de los rehenes en Irak, así como por todos los que sufren en aquel país. El Papa les ha confiado a la protección de María, Madre de Cristo y Madre nuestra”, comenzó el mensaje.
Además, el Papa renovó “en nombre del único Dios, que a todos nos juzgará”, “su apremiante súplica para que sean devueltas con prontitud las personas secuestradas a sus familias”.
“El Papa desea que a las personas secuestradas les llegue la expresión de sus sentimientos paternos y su aliento para seguir llevando con valor y esperanza su dura prueba. A los familiares y a cuantos están unidos a los secuestrados por vínculos de afecto, asegura su particular cercanía en estos momentos de aprensión y de angustia”, agregó.
Mons. Lajolo agregó que el Papa “no duda de que se haga todo lo posible y nada se deje de intentar para que se garantice la incolumidad de los rehenes y se llegue lo antes posible a su liberación”.
También agradeció a “cuantos trabajan para restablecer en Irak un clima de reconciliación y de diálogo con vistas a la recuperación de la plena soberanía e independencia del país, en condiciones de seguridad para toda la población”.
El Santo Padre llamó “a la querida comunidad católica en Irak y a todos los cristianos del país a seguir trabajando para que se restablezca una atmósfera de concordia y de colaboración entre todos los miembros religiosos y sociales del país para el bien común”.
“El Papa invita a todos a rezar a Dios, que ama la vida de cada hombre y no quiere la muerte de ninguno, para que termine de modo positivo esta dolorosa situación”, indicó.
Mons. Lajolo aseguró que “en este mismo momento el Papa está recogido en oración en su capilla, unido a nosotros en la súplica común a Dios”.
Después de leer el mensaje, el Prelado invitó a los manifestantes a guardar un minuto de silencio y tras el rezo del Padrenuestro se cantó la Salve.