Un nuevo intento por convertir en ley el supuesto "derecho al aborto" hasta el momento del parto fracasó este 11 de mayo en el Senado de Estados Unidos.
El fracasado proyecto de ley, denominado "Ley de Protección de la Salud de la Mujer de 2022", era considerado aún más extremo de lo que permitió el fallo de la Corte Suprema en el caso Roe vs. Wade de 1973, que legalizó el aborto en Estados Unidos.
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Los miembros del Partido Demócrata, del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impulsaron este nuevo proyecto de ley ante la posibilidad de que la Corte Suprema anule el fallo de Roe vs. Wade y permita que cada estado del país determine la legislación sobre aborto.
El proyecto no pudo ser discutido tras una votación de 49 miembros del Partido Demócrata que lo apoyaban y 50 votos de integrantes del Partido Republicano que lo rechazaban. El senador demócrata Joe Manchin sumó el voto 51 junto a los republicanos para cortarle el camino a la propuesta legislativa proaborto.
De haber sido aprobado, el proyecto de ley habría eliminado todas las leyes estatales provida y habría obligado a los estadounidenses a financiar con dinero de impuestos los abortos tanto en el país como en el exterior.
Además, habría obligado a profesionales de la salud a realizar o participar en abortos contra sus credos o conciencias.
En un comunicado difundido tras el fracaso del proyecto de ley, Mons. William E. Lori, Arzobispo de Baltimore y presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), junto al Cardenal Timothy M. Dolan, Arzobispo de Nueva York y presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, aseguraron que "nos alivia" que este proyecto de legalización del aborto presentado en el Senado "fracasó por segunda vez en menos de tres meses".
El proyecto de ley que fracasó hoy en el Senado, indicaron, "es una medida totalmente injusta y extrema que impondría el aborto a pedido en todo el país en cualquier etapa del embarazo a través de una ley federal".
"Este proyecto de ley insiste en que el aborto electivo, incluido el aborto electivo tardío, es un 'derecho humano' y un 'cuidado de la salud de la mujer', algo que debe promoverse, financiarse y celebrarse", criticaron, señalando que es algo "mucho más extremo que Roe v. Wade".
De haber sido aprobado, continuaron los obispos, el proyecto "invalidaría las leyes ampliamente respaldadas que protegen a las mujeres y los niños por nacer de una industria del aborto sin escrúpulos, obligaría a todos los estadounidenses a apoyar el aborto aquí y en el extranjero con el dinero de sus impuestos, y buscaría obligar a los hospitales religiosos y a los profesionales de la salud a realizar abortos en contra de sus creencias".
"Más de 60 millones de niños por nacer ya han perdido la vida a causa del aborto, e innumerables mujeres sufren el trauma físico y emocional del aborto. Este proyecto de ley radical agregaría millones más a esa trágica cifra", denunciaron.
Los obispos estadounidenses señalaron que "como nación construida sobre el reconocimiento de que cada ser humano está dotado por su Creador con los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, imploramos al Congreso que deje de promover el aborto como una solución a las necesidades de las mujeres y las niñas".
En vez de eso, alentaron a los legisladores estadounidenses a "adoptar una política pública que respete y facilite plenamente estos derechos y las necesidades tanto de la madre como del niño".