Los apóstoles del mundo deben ser “expertos” en Eucaristía para cumplir con el mandato de evangelizar. Ésta es la crucial recomendación que el Papa Juan Pablo II hace en su mensaje por la 78º Jornada Misionera Mundial, presentado hoy en el Vaticano.
“¿Podría realizar la Iglesia su propia vocación sin cultivar una constante relación con la Eucaristía, sin nutrirse de este alimento que santifica, sin posarse sobre este apoyo indispensable para su acción misionera? Para evangelizar el mundo son necesarios apóstoles 'expertos' en la celebración, adoración y contemplación de la Eucaristía", señala el documento que lleva por título “Eucaristía y Misión”.
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El texto, que será la reflexión obligada hacia la Jornada del domingo 17 de octubre, fue publicado en inglés, francés, español, italiano, portugués y alemán.
"Los desafíos sociales y religiosos a los que la humanidad hace frente en estos tiempos nuestros motiva a los creyentes a renovarse en el fervor misionero. ¡Sí! Es necesario promover con valentía la misión 'ad gentes', partiendo del anuncio de Cristo, Redentor de cada criatura humana”, señaló.
El Papa advirtió que "el compromiso misionero de la Iglesia constituye, también en este comienzo del tercer milenio, una urgencia que en varias ocasiones he querido recordar. La misión, como he recordado en la Encíclica 'Redemptoris missio' está aún lejos de cumplirse y por eso debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio".
En este contexto, recordó que “alrededor de Cristo eucarístico la Iglesia crece como pueblo, templo y familia de Dios: una, santa católica y apostólica. Al mismo tiempo, comprende mejor su carácter de sacramento universal de salvación y de realidad visible jerárquicamente estructurada”.
“Al término de cada santa Misa, cuando el celebrante despide la asamblea con las palabras 'Ite, misa est', todos deben sentirse enviados como 'misioneros de la Eucaristía' a difundir en todos los ambientes el gran don recibido. De hecho, quien encuentra a Cristo en la Eucaristía no puede dejar de proclamar con la vida el amor misericordioso del Redentor”, señaló.
"Para vivir de la Eucaristía es necesario, además, dedicar mucho tiempo a la oración ante el Santísimo Sacramento, experiencia que yo mismo hago cada día encontrando en ello fuerza, consuelo y apoyo", recomendó el Papa.
Según el Pontífice, "la Iglesia, Pueblo de Dios en camino a lo largo de los siglos, renovando cada día el sacrificio del altar, espera la vuelta gloriosa de Cristo. La Eucaristía es el consuelo y la prueba de la victoria definitiva para quien lucha contra el mal y el pecado; es el "pan de vida" que sostiene a todos cuantos, a su vez, se hacen 'pan partido' para los hermanos, pagando a veces incluso con el martirio su fidelidad al Evangelio".
Hacia Guadalajara con María
En el mensaje, el Pontífice tiene palabras especiales para el Congreso Eucarístico Internacional, que será celebrado en Guadalajara, en México, el próximo mes de octubre.
Éste, señaló, “será una ocasión extraordinaria para esta unánime toma de conciencia misionera alrededor de la Mesa del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Reunida alrededor del altar, la Iglesia comprende mejor su origen y su mandato misionero. 'Eucaristía y Misión', como bien subraya el tema de la Jornada Misionera Mundial de este año, forman un binomio inseparable”.
“A la reflexión sobre los lazos que existen entre el misterio eucarístico y el misterio de la Iglesia, se une este año una elocuente referencia a la Virgen Santa, gracias a la celebración del 150 aniversario de la definición de la Inmaculada Concepción (1854-2004). Contemplamos la Eucaristía con los ojos de María", agregó.
El santo Padre expresó su deseo de que “la feliz coincidencia del Congreso Internacional Eucarístico con el 150 aniversario de la definición de la Inmaculada ofrezca a los fieles, a las parroquias y a los Institutos misioneros la oportunidad de afianzarse en el ardor misionero, para que se mantenga viva en cada comunidad 'una verdadera hambre de la Eucaristía'".
Finalmente, recordó “la contribución que las beneméritas Obras Misionales Pontificias ofrecen a la acción apostólica de la Iglesia. Estas cuentan con todo mi aprecio y les doy las gracias, en nombre de todos, por el precioso servicio que ofrecen a la nueva evangelización y a la misión 'ad gentes'. Invito a apoyarlas espiritual y materialmente, para que también gracias a su aportación el anuncio evangélico pueda llegar a todos los pueblos de la tierra".
Puede leer el mensaje completo en: http://www.aciprensa.com/Docum/misiones04.htm
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