El Cardenal Baltazar Porras Cardoso, enviado del Papa Francisco para la beatificación de la religiosa María Agustina Rivas, leyó una hermosa oración escrita por la mártir asesinada por terroristas comunistas de Sendero Luminoso en 1990.
El Purpurado que es Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas, dijo que "lo que más me ha impresionado en Aguchita es encontrarme con su profunda espiritualidad que raya en el misticismo".
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"La contemplación en la acción fue norte en su quehacer cotidiano y se blindó con la exigencia de su congregación de que la muerte no se improvisa, el amor es nuestra vocación, unida al voto del martirio de San Juan Eudes".
El Cardenal dijo además que en la nueva Beata Aguchita, "sorprende la vigencia de su vocación mística desde edad temprana".
A continuación, el Purpurado invitó a meditar y a "hacer nuestra" una hermosa oración escrita por la Beata peruana:
"Señor, que ves, que puedes,
haz de tu miserable lo que tú quieras soy tuya,
quema mis pecados, mis fallas y miserias,
levanta mi alma de mis caídas y recibe mis dolores y sacrificios y lágrimas
por mis sacerdotes de Cuba, de mi patria, por los míos en particular.
Soy cobarde Señor, enséñame a sonreír en el dolor,
a esconder y disimular mis angustias, que sepa yo sorber las lágrimas.
Tú lo sabes y ves la intención mía, soy capaz de tantas calamidades,
sostenme Padre mío de la mano.
De todos estoy tan decepcionada, de mis trabajos, mis fracasos,
la falta de organización, solo Tú lo puedes arreglar.
Señor, hoy pasé junto a ti, bajo la sombra del amor y misericordia.
has aliviado mis heridas hondas,
comprendo que pides más santidad a mi alma,
quien sino vos puede realizar este ideal en mí, mísera y ruin criatura".
"¡Beata María Agustina, ruega e intercede por tu pueblo!", concluyó el Cardenal.