Este viernes 6 de mayo tiene lugar el juramento de lealtad al Papa Francisco y a la Iglesia Católica de 36 nuevos guardias suizos, que antes de la ceremonia se reunieron con el Santo Padre en el Vaticano.
Durante su discurso dirigido a los nuevos reclutas, el Papa Francisco destacó "su compromiso generoso y fiel" y dijo que "algunos de ellos no han rehuido las pruebas más duras a lo largo de los siglos, llegando a derramar su sangre para defender al Papa y permitirle cumplir su misión con total independencia".
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"Habéis elegido dedicaros a una tarea exquisitamente eclesial; os exhorto a vivirla como testimonio cristiano y comunitario, dijo el Papa Francisco.
Además, recordó que su actividad no se lleva a cabo individualmente, sino como una comunidad, y apuntó que por ello se llama "Cuerpo" de la Guardia Suiza.
"El ideal de servir a la Iglesia, en la persona del Sucesor de Pedro, es una fuerza que compromete y ayuda a afrontar los inevitables momentos de dificultad", destacó.
"Hay que valorar su estancia en Roma para crecer como cristianos. Pienso en la vida espiritual, que nos permite descubrir el plan de Dios para cada uno de nosotros. Al mismo tiempo, os exhorto a cultivar las relaciones mutuas, tanto en el desempeño de las tareas encomendadas como en vuestro tiempo libre, para que sean del estilo de los hermanos que se profesan cristianos", les pidió el Papa Francisco.
A continuación, el Papa les agradeció su servicio y recordó a Silvan Wolf, un miembro de la Guardia Suiza que falleció en un accidente.
"Os encomiendo a vosotros, a vuestras familias, a vuestros amigos y a todos los que han venido a Roma con motivo del juramento del cargo, a la intercesión de la Virgen Madre de Dios", concluyó.
Después de que este tradicional juramento se hiciera de manera privada durante dos años consecutivos debido a la pandemia, este año los soldados lo hacen de forma pública.
Cabe destacar que gracias a los guardias suizos, el Papa Clemente VII pudo salir del Vaticano a través del Passetto di Borgo para llegar al Castillo Sant'Angelo.
En memoria de ese día, los guardias juran defender al Santo Padre hasta dar su propia vida.
Este juramento se realiza sobre la bandera del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia y en presencia del representante del Papa, Mons. Edgar Pena Parra.
"Juro servir fielmente, lealmente y honrosamente al Pontífice reinante y a sus legítimos sucesores, dedicarme a ellos con todas las fuerzas sacrificando, si es necesario, mi vida en su defensa. Asumo los mismos deberes para el Colegio Cardenalicio durante la vacante de la Sede Apostólica. Prometo ante el Comandante y los demás Superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así lo juro. Que Dios y nuestros Santos Patrones me asistan", son las palabras que cada recluta diga al jurar lealtad al Papa.